Fantasy

Capítulo 2

Creí que convencer a mamá seria mas complejo. Ella acostumbra a no dejas que otros tengan el control sobre las cosas.

-... Y después tendrás tu carrera en solitario cariño – concluye, después de un largo discurso.

- Pero. ¿Qué va a pasar con todos los demás miembros de la banda? –

- Eso no importa cariño – habla – en unos años ya no vas a pensar en ellos – lo dice mientras coloca una de sus manos sobre mi hombro ejerciendo cierta presión sobre él.

- Esta bien -suspiro – voy a intentarlo – digo mirándola a los ojos.

- ¿Segura? – su esposo me pregunta con cautela.

- Ya dijo que si – mamá le habla con enojo – no la presiones –

- Esta bien – levanta las manos en señal de rendición.

- Voy al baño – me pongo de pie.

- No tardes, estaré arreglando todo para que puedas hacer las siguientes audiciones –

- Esta bien – la ignoro mientras camino con prisa. En serio necesito ir.

Corro entre las multitudes, mientras choco con unos cuantos, odio no poder tener buena retención.

Para cuando llego hay una cola enorme. No pueden pretender que espere por tanto tiempo.

- Disculpa – le hablo a la chica que sigue en la fila – Se que no debería pedirte esto, pero estoy a punto de explotar – me mira con mala cara - ¿Me dejarías pasar primero? –

- ¿Acaso crees que nosotras no estamos a punto de explotar? – una chica de atrás me reta. No tengo tiempo para esto.

- Al otro lado del set hay otro baño – me sonríe – tal vez, ahí te dejen pasar-

No digo nada mientras corro directo a el otro de la sala.

Para cuando llego, encuentro una habitación, la cual tiene un letrero de baño.

¡Bingo!

Suelto un grito ahogado cuando abro la puerta, este baño no está desocupado, de echo está muy ocupado. Un chico alto de cabello negro y tatuajes en todo su pálido cuerpo me mira con sorpresa, mientras una chica rubia intenta ponerse la ropa de nuevo, ¿Ellos estaban...?

El color se extiende por mi rostro cuando le doy un repaso y noto que el tampoco esta del todo vestido. Cierro la puerta tan rápido como puedo y me quedo unos segundos pensando en lo que acabo de ver.

Eres medio estúpida

¿Por qué carajos no tocaste?

Intento irme, pero alguien jala de mi brazo haciendo que lo mire a la cara, es un hombre de casi dos malditos metros.

- ¿Qué haces aquí? – me lastima el brazo – Esto es una zona privada – comienza a jalarme hacia el otro lado del set, sin dejarme hablar.

- Paul – una voz gruesa llama al gorila que me toma del brazo – No seas tan brusco, es una niña –

Es el chico del baño.

- No debe estar aquí – le dice el gorila – y lo sabes –

- Tampoco la chica con la que estaba en el baño, pero de ella no dijiste nada – toma mi otro brazo y logra zafarme del amarre del hombre gigante.

- No parecía que estuvieras en peligro – suelta una risa sarcástica.

- Los gritos pudieron ser de dolor- se ríe.