₊ ✩୧˚･𝐈𝐍𝐊₊˖𝐋𝐎𝐕𝐄⋆𖦹..🖋️૮꒱˚˖ | ᴿᵒᵈʳⁱᵗᵒᵐ

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Nuevamente, Rodri se encontraba de camino al colegio. Finalmente era viernes, último día de la semana y hoy tenía una de sus extraescolares preferidas: Artes. Era de mañana y, cómo de costumbre, llegó al colegio y vió a sus amigos sentados en la típica esquina en la que se juntaban todos los días. Se acercó a ellos mientras aleteaba su mano en forma de saludo y se sentó junto a ellos, justo entre Iván y Gonzalo.

— ¿Qué onda? - Dijo el castaño cómo solía decir siempre, una expresión muy típica suya. Empezaron a conversar esperando que se hiciera la hora de entrar a clases.

— Che, ¿te enteraste que viene un pibito nuevo a la clase? Creo que se integra la semana que viene - Comentó el pelinegro alto que iba a su clase.

— ¿Posta? - Dijo mientras quitaba la mirada de su celular para ver a su amigo.

— Sí, boludo, y, supuestamente, es de intercambio y viene de Francia - Comentó mientras se recostaba en el banco.

— Na', es un re pelotudo, ¿quién carajo se va de Francia para venir a Latam? - Sus amigos se rieron a pesar de que lo decía enserio.

— Ni idea - Se encogió de hombros y justo sonó el timbre que indicaba que ya comenzaba el horario escolar y se fueron todos a sus respectivos salones. A primera hora tenían matemáticas y lo único que quería Rodrigo en esos momentos era suicidarse.

[...]

Estaba volviendo del recreo junto a su amigo Iván y aprovechó que pasó cerca de los casilleros para tomar algunos libros y cuadernos. Cuando abrió el casillero, vió un papelito verde acostado justo encima de su cuaderno de Biología y supo rápidamente de qué se trataba. Lo tomó y lo leyó, era una de las notitas que siempre veía en su casillero y le arreglaban bastante el día.

"Quizás ya te lo hayan dicho antes, pero tus preciosos ojos verdes son tan hermosos y brillantes, que los confundiría con un par de esmeraldas, los vería sin parar todo el día, no te estoy mintiendo.

T💖"

Sonrió al leerlo sintiendo sus mejillas arder un poco y notó cómo Iván también empezó a leer la nota en voz alta.

— "Hermosos y brillantes... los confundiría con UN PAR DE ESMERALDAS" - Comenzó a reírse, Rodrigo volteó a verlo mal sin entender de qué se reía.

— ¿Qué te reís, pelotudo? - Dijo mientras le daba un golpe en el hombro.

— Es una pelotudez eso, boludo - Dijo mientras se reía. — Yo creo que tus ojos parecen más vómito de perro que unas esmeraldas - Se rió aún más fuerte y Rodrigo le dió una patadita en la pierna.

— Calláte vos, virgen del orto, no te dan ni los huevos para decirle a Sara que te gusta - El pelinegro cambió su expresión automáticamente a una molesta y le dió un empujón, ahora el que se reía era Rodrigo.

— Cerrá el orto, enano de mierda - Rodrigo sólo se rió más. El castaño tomó sus cosas cerrando el casillero y ambos comenzaron a caminar hacia el salón de clases. — Ya te dije que Sara no me gusta - Rodrigo rodó los ojos.

— Sí, sí, lo que vos digás - Iván le dió otro empujón y Rodrigo soltó una risita.

[...]

Estaba llegando tarde a su extraescolar y sólo tenía ganas de matar al profesor de Filosofía. Los dejaron diez minutos más en el salón por culpa de que un pelotudo de su clase no paraba de hablar. Corría con la esperanza de que lo dejaran pasar aunque llegaba demasiado tarde. Al llegar al salón, tocó la puerta y le abrió la profesora quién lo recibió con una sonrisa, definitivamente ella era su maestra preferida.