Incubo(Ecuador x Todos)

capítulo 4 - el chico nuevo

En el pasado

El sueño lo consumía, poco a poco iba cerrando sus ojos, luchando por mantenerlos abiertos, cuando parecía que iba a rendirse, un golpe lo despertó — ¡joven Ecuador! — era la maestra Klarense, este sonido hizo que el joven demonio se sobresalte del sustos — eh, sí, estoy despierto — habló poniéndose firme en su lugar — usted no suele ser así de rebelde, debería dejar de juntarse con ese amiguito suyo, no vaya a ser que le pegue sus mañas — comentó arrogante. Ecuador al escuchar esto supo que si respondía le podía ir peor, así que mejor se tragó sus palabras — bien, como decía; entonces al momento de cambiar de forma, si el incubo no controla bien sus poderes, quienes estén cerca de este podrían salir afectados, ya saben a lo que me refiero, pueden provocar un fuerte deseo en quien esté con el incubo y si de por sí ya tenía pensado cosas como esas, el efecto será más inmenso... — Ecuador no escuchó ni la mitad de esas palabras, estaba ocupado durmiendo en su banca, se veía cansado. Qué mal que no prestó atención, si tan sólo hubiese escuchado, tal vez sería más cuidadoso al momento de transformarse en humano...

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En el presente, el rubio esperaba tranquilamente a que Perú saliera del baño, mientras lo hacía, pudo observar a alguien conocido; era aquel pelirrojo de la otra vez, de repente cruzaron miradas, por lo que por cortesía el tricolor decidió saludar desde la distancia, elevando su mano; haciendo un ademán de saludo, moviendo la con sutileza

De pronto, pudo notar como aquel chico se acercaba a él, quedándose allí quieto, esperando a que llegue — oh, hola... creo que la última vez no me dijiste tu nombre — habló indiferente, por el contrario, el rubio estaba más que apenado por lo de la anterior vez, no le gusta que cualquiera lo vea en ese estado — hola, soy Ecuador... tú debes ser Canadá ¿no es así? — preguntó con una sonrisa un tanto forzada, recordaba haber escuchado el nombre del canadienses ser gritado por alguien desde la sala, ni él sabía como lo recordaba — así es... ¿no quieres venir con migo a conocer a mi hermano? Me está esperando por allá — señaló un salón — me gustaría pe... — no logró terminar de hablar, puesto a que sus palabras se vieron interrumpidas por el bicolor con la hoja — genial, vamos — llevó a Ecuador a rastras a aquel salón hasta llegar

Cuando llegaron, pudo ver al canadienses mirando de reojo por toda la sala, como su estuviese buscando algo o alguien — no está... — murmuró aún buscando por la sala. Mientras este continuaba mirando la sala, ninguno pudo notar la presencia del estadounidense detrás suyo — ¿buscas algo, hermano? — el canadienses se volteó feliz al escuchar la voz de su querido hermano detrás, mientras que el rubio no pudo evitar soltar un pequeño sobresalto del susto — hola USA — saludó Canadá, a lo que el albino le hechó un ojo a quien estaba al lado de su hermano — ¿no me presentarás a tu nuevo amigo? — preguntó con una sonrisa relajada — por su puesto, él es Ecuador — dijo atrayendolo más hacía él — Ecuador, él es mi hermano, Estados Unidos — habló — es un gusto Ecuador — elevó su mano para que esta sea estrechada — también es un gusto — dijo sonriente estrechando la mano del mayor

Mientras hablaban de asuntos triviales, USA observó su reloj y notó que ya iba siendo hora de que empiece la clase — ¿sabes qué clase te toca primero? — preguntó el pelirrojo al rubio — pues... — entes de que pudiera responder, pudo ver como el peruano se aproximaba a ellos algo agitado — ¿Dónde chucha estabas pe? — se acercó con brusquedad a Ecuador — pues... — antes de terminar de hablar fue interrumpido por el más alto — eso no importa, lo bueno es que ya estás aquí — lo hagarró de la muñeca con cuidado y antes de llevarlo a un asiento saludó a Canadá con rapidez ignorando al de las estrellas por completo, esto al estadounidense no pareció importarle en lo absoluto