"¿Quieres convertirme en el villano, hermanita? Muy bien. Voy a ser el villano"
Si para salvar Arbezela de una ruina total debía destrozarla hasta los cimientos, él se encargaría de que no quedase ni siquiera un trozo de escombro que Ariana pudiera...
⚠️Advertencia⚠️ Aunque no se habla en gran detalle, capítulo contiene temas fuertes y desagradables. Leer con discreción.
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Las ordenes de la princesa no podían ser pospuestas por nada del mundo, por lo que, al salir de la reunión con ella y los demás, Nell se fue directo a reunir a los soldados más aptos para que lo ayudasen con su misión, entre los cuales estaba su hermana, por supuesto.
Lo que estaban por hacer estaba fuera de la ley, por lo que no podía simplemente llegar a las puertas de la Rosa Roja con ocho soldados Phantom a sus espaldas, motivo por el cual él llegó al castillo vestido de civil, mientras que su hermana y subordinados le siguieron de cerca en el modo sigiloso. Sabían que Benela y el príncipe Bavilo no se encontraban en el castillo, ambos estaban junto al príncipe menor en la enfermería, por lo que podría proceder sin cuidado alguno... o al menos eso pensaron.
"Modo sigiloso" era una forma que tenían de llamarlo para simplificarlo, a ojos comunes, esto era el acto de convertirse en sombra y desplazarse en esa forma para no ser detectado con facilidad, pero la realidad de esta habilidad era que los Phantom abandonaban el plano terrenal para trapazarse al plano negativo(1), o como ellos preferían decirle, "el vacío" debido a su apariencia tenebrosa, un espacio al que solo bestias divinas Phantom y magos de un poder absurdo podían acceder. A través de ese plano era que ellos conseguirían los fragmentos de recuerdos(2) que servirían como evidencia para su princesa.
Las cerraduras no eran un obstáculo para él en ese plano, no, pero la figura con la que se topó al atravesar la puerta principal no era un simple obstáculo...
- Duque Phantom. Siempre es un placer verlo, pero esta es una visita un tanto...inoportuna - dijo con un falso tono amigable.
... esto era un muro gigante.
- Hermano - pronuncio el lobo mayor.
- Neti.
Detrás de Nell, la elegante figura de Phelledia se manifestó, y seguido de ella, algunos de los lobos que habían venido con ellos. El ambiente se tornó incluso peor, pues los lobos a espaldas del duque no dudaron en enseñar los colmillos al percatarse de que el lobo mestizo, convertido en su forma hibrida, estaba frente a ellos con aires de prepotencia. Por su parte, a Noctis no se le erizo ni un solo cabello de su denso pelaje, él solo tenía sus brillantes ojos verdes clavados en ellos, una mirada que afilo como una espada cuando algunos hicieron un gesto de intentar una avanzada hostil, cosa que se evitó con un movimiento del brazo de Nell.
