Yuchen estaba desesperado había intentado por todos los medios entrevistarse con su amante y este simplemente parecía que se esfumaba de todos los lugares donde los contactos del empresario le decían que estaba, desde que salio de su oficina al oír que Yibo había llegado a la compañía de su padre, donde el viejo metiche le dio una advertencia de no acercarse, desde cuando su padre se metia en su vida, esto era muy raro será que el doncel se había metido con su padre y por eso este lo estaba cuidando de el.
Después de eso fue directo a su sucursal pues su secretaria le dijo que Yibo había pasado a recoger sus cosas personales, a dejar su estación vacía y a cobrar su liquidación, pero otra ves llego tarde pues al entrar en la antigua oficina del doncel ya solo había una caja llena con los regalos más caros que el le había dado al mal agradecido doncel y una carta que decía:
Querido Yu:
Quiero felicitarte por tu próxima boda, te deseo una vida llena de éxitos y una vida familiar llena de buenos momentos, me voy de tu lado para no ser un estorbo en tus planes, que aunque no me tomaste en cuenta para hacerlos me enteré ahora que ya no somos nada.
Tu padre supo que estuvimos en una relación clandestina, por lo que me pidió que no volviera a interferir con tu vida, a cambio me aseguro que tu tampoco podrás acercarte a mi, iré a despedirme de tu madre por que ellos siempre me trataron como a un hijo más.
Yo no estoy molesto, no espero nada, ni quiero nada más de ti, que el que me olvides y me dejes vivir en paz, vive feliz con tu nueva pareja, hasla feliz y cuida de tus hijos, yo haré lo propio lejos de ti con alguien que siempre estubo esperando a que me diera cuenta de que tu no me amabas como yo lo hacía, esa persona me dará lo que nunca pensaste en darme, ahora entiendo que nunca me tomaste en serio y eso si que me dolió pero tratare de pensar en eso como en una enseñanza que la vida me dio para salir adelante, por mi, por mi futuro y por ese hombre que a paatir de hoy será lo que tu nunca pudiste ser.
Buena suerte y adiós....
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Para cuando el joven termino de leer y llorar por las verdades que había en esa carta ya su madre había salido de su casa con ese doncel traidor, como que tenía a otro hombre esperando por el, acaso no dijo siempre que el era el único en su vida, ahora le parecía más claro todo, seguramente ese perro traidor se había echado a su padre y a quien sabe cuantos más a la bolsa atraves de su cuerpo.
Lo encontraría para hacerlo pagar por su traición aunque su padre fuera un hombre sádico sabía que no se atreveria a lastimarlo a él, a su propio hijo, por que su madre no se lo perdonaría nunca su madre adoraba a su unico hijo tanto o más que a su propia vida, por lo que se pasaría la amenaza de su padre por el arco del triunfo, pero desgraciadamente paso todo el día siguiendo la pista de ese mal parido traicionero doncel y no pudo darle alcance bajo ninguna circunstancia.
Arto de andar por todo Beijing tratando de encararlo regreso a su departamento, ahí ya estaba su prometida, muy elegante y sonriente, ha Yuchen por que no te has arreglado, tu padre me dijo que iríamos juntos con los Xiao, asevero la dama a su prometido al ver que este llegaba de la calle sudado y con la cara de huevo podrido, que va a ver con los Xiao pregunto el joven a su novia, esta le tendió una invitación y ahí salió por que no había podido localizar a su ex amante.
Fácil por que este había estado muy ocupado arreglándose para su fiesta de compromiso y no cualquier fiesta sino una realizada por la familia más poderosa de todo china, incluso sus padres en ocasiones habían solicitado favores a los Xiao para algunos proyectos no sólo del ámbito empresarial, sino en otros que no eran tan saludables, como loco se metió a su recamara se arreglo lo más rápido que pudo y en menos de lo que una vaca debora un campo de fútbol, los recién comprometidos ya estaban rumbo a la fiesta.
En la casa de los Xiao ya se estaban dando cita las mejores familias del gremio empresarial, los Lan con sus preciosos jades gemelos acompañados de sus esposos, los Wen luciendo a sus parejas embarazadas, los Nie levantando injurias por la relación insestuosa de esos dos " hermanos ", los Jin tirando más aceite de lo normal, los Jiang que venían solo pues sus hijos ya eran parte de otras familias y los Cao que también llegaron solos pues su único hijo y su prometida parecían ser bastante impuntuales.
