- Ha sido un largo tiempo desde su regreso maestro.- El amable cochero tenía una gran sonrisa en sus labios.
- 5 años ya.- Expresó soltando un largo suspiro mientras observaba el paisaje.
- No sabe como lo extrañanamos. Usted era quien le brindaba más vida y alegría a la casa. Siempre corriendo a todos lados, haciendo de las suyas.
- Lo admito, era muy inquieto y eso me trajo muchos problemas.- Esbozó una suave sonrisa pintada de melancolía.
- Fue muy triste para nosotros su partida pero quien más la sufrió fue su her...- El hombre hizo una pausa y aclaró su garganta.
- Tranquilo.- Volvió a sonreír con suavidad.- Puedes hablar sobre él. Mi hermano siempre fue muy apegado a mi.
- El maestro lo amó mucho.- Su expresión se llenó de tristeza.
- Yo lo amé mucho más.
Así es, el amor que Wang Yibo sentía por su hermano incluso era más inmenso que cualquier otro. Un amor por el cuál él era capaz de cualquier cosa, incluso de renunciar a lo que le pidiera solo por su felicidad.
Era su hermano mayor pero aún así Yibo no podía dejar de sentir que de alguna manera debía protegerlo.
Habían quedado huérfanos a temprana edad. Su hermano había tenido que crecer antes de tiempo no solo para poder convertirse en el jefe del clan Wang sino también para convertirse en una figura paterna para él.
Su educación, salud y bienestar. Todo esto se lo debía a su hermano quien con todo el amor del mundo sacrifico todo por y para él.
Por esa razón Wang Yibo era capaz incluso de renunciar a cualquier cosa para él sin importar que tan preciado era.
Y fue lo que hizo un invierno hace 5 años atrás.
- Ya llegamos.- El hombre detuvo el coche.- Bienvenido a casa Joven Maestro.
- Casa.- Expresó en voz baja y con cierta tristeza mientras observaba la gran entrada.
- Por favor, siga. Los sirvientes vendrán por su equipaje.
- Gracias.- Le dedicó un cálida sonrisa.
Allí estaba, de regreso a lo que una vez consideró hogar. Había regresado luego de 5 años de distancia pero no por un motivo alegre, mucho menos un festejo sino para un período de luto.
Cuando recibió la noticia de que su hermano mayor había fallecido este ya había sido enterrado. Se sintió molesto por ser la última persona en enterarse pero luego descartó ese sentimiento ya que recordó que había sido él quien decidió poner distancia y cortar comunicación.
Ahora estaba de regreso solo para cumplir la última voluntad de su hermano, aquel que fue su protector.
De no haber sido por ello ni siquiera hubiera regresado allí.
Mientras caminaba por la gran mansión Wang una avalancha de recuerdo inundaron su mente. El eco de voces y risas pasadas viajaban por sus oídos provocando que evocara aquellos momentos tan felices que vivió allí.
Sus pies se movieron por si solos, recorriendo pasillos, habitaciones, jardines. Sin darse cuenta había recorrido prácticamente todo lo que abracaba la gran mansión donde vivió gran prate de su vida.
Wang Yibo detuvo sus pasos en el momento en que sus recuerdo llegaron a su fin. Al salir de su trance se dio cuenta que se encontraba en un lugar más que familiar para él.
Allí estaba, de pie en pequeño lago artificial que había sido construido de forma especial 16 años atrás.
Este lucía igual de limpio, sus lotos seguían siendo radiantes y el gran cerezo que se encontraba apostado a un lado seguía siendo frondoso y fragante.
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Witch (Bruja)
Short Story- Joven maestro. Lo mejor sería que no ande merodeando por estos lares de noche. - ¿Por qué?.- Yibo esbozo una sonrisa. - Puede ser peligroso.- El hombre miraba a ambos lados con precaución. - ¿Y la razón es? - La bruja. Ella se mantiene en la oscur...