Wicht II

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Wang Yibo no podía creer lo que sus ojos veían. El cuerpo ante él lucía como si hubiera sido recién sacado de las fauces de una bestia.

Mientras observaba cada detalle en él se preguntaba quien podría haber sido capaz de realizar tal atrocidad. No parecía algo hecho por la mano de un hombre, las marcas y la forma tan bestial en la que aquel cuerpo fue destruido era algo que ningun ser humano podría realizar.

Tampoco podía asumir que se tratara de algún tipo de bestia. Se encontraban en la ciudad y allí ni siquiera en el tiempo en que habitó la mansión llegó a escuchar sobre bestias o animales peligrosos qué rondaran los alrededores.

Mientras las autoridades lo llenaban de preguntas, Wang Yibo trataba de descifrar qué demonios había ocurrido aquella noche.

- Nadie escuchó nada. Nadie vio nada.- El oficial lucía algo molesto.- ¿Me van a decir que una salvajada como esta ocurrió en su residencia y nadie se percató?

- Solo nos dimos cuenta por los gritos de las doncellas cuando encontraron el cuerpo.- Yibo frotó su rostro con impaciencia.- Se lo he dicho 5 veces ya.

- Y si tiene que repetirlo unas 5 veces más, lo hará. Estamos en medio de una investigación. El oficial pregunta y usted contesta.- El hombre se mostró desafiante.

- Oficial Dao.- Xiao Zhan se acercó a ellos con pasos lentos.- ¿Por qué sigue asediando a mi cuñado?.- Su expresión era seria.- Él apenas llegó ayer.

- ¿Su cuñado?.- Se sorprendió.

- Si. Es el hermano menor de mi esposo.

- Lo siento maestro Wang.- Continuó dirigiéndose a Zhan.- No debí alterarme pero sabe que esto es un asunto grave y hay que buscar al responsable.

- Entonces búsquelo.- Sostuvo el brazo de Yibo y tiró de él colocando a sus espaldas.- Pero no moleste a mi cuñado. Yo puedo asegurarle qué de todos él es el más inocente.

Aquella acción llamó la atención de Wang Yibo. Al ver a su cuñado aquel que tiempo atrás lucía frágil y calmado, ahora con aquella actitud recta e imponente lo dejó sin palabras.

Ahora había visto como este no solo maduró por completo sino que se había convertido en alguien que inspiraba respeto.

Una muestra de ello era aquel oficial que tiempo atrás actuó rudo ante él y ahora se encontraba en una actitud un tanto sumisa ante su cuñado.

- Iré a interrogar a los demás miembros de la mansión.- El oficial realizó una leve reverencia hacia Yibo y luego de alejó.

- Por lo visto todos te respetan cuñado.- Yibo esbozo una suave sonrisa.

- Eso fue gracias a tu hermano.- Se giró.- Una de las cosas que tengo que agradecerle es que me dio me dio mi lugar ante todos y la sociedad.

- Mi hermano siempre te mimo.- Volvió a sonreír.- Recuerdo que trataba de hacer hasta lo imposible para que no te sintieras triste y no le temieras. Me decía que debía estar pendiente de ti y que jugara contigo para que no te sintieras solo.

- El mandó a crear este lago.- Se acercó a la orilla del lago artificial y se colocó en cuclillas para luego meter sus manos al agua.- Solo porque le dije que en el que fue mi hogar existía un lago al que me gustaba ir a jugar.

- La verdad...- Se colocó a su lado y copio la acciones del pelinegro.- A veces sentía celos porque te mimaba más a ti que a mi.- Se quedó viéndolo.- Y pensar que cuando llegaste eras solo un niño. Mi hermano incluso te vio como un pequeño hermanito.

Witch (Bruja) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora