MORTEM

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NO ES UNA HISTORIA DE AMOR 🚫





Izuku Midoriya tenía todo para triunfar en el mundo del modelaje, era joven y tenía una buena complexión física y a pesar de ser un muchacho donde la pasarela es protagonizada y exitosa por mujeres de alto nivel, destacaba entre las grandes. Él sacrificó su cuerpo para transformarlo en lo que ahora es. Alguien perfecto, etéreo, delicado y de aspecto suave. Un ejemplo de la perseverancia.

No sabía cuando parar.

Aunque no era ambicioso, sabía bien sus objetivos, hacer bien su trabajo que tanto le costó a ser un super modelo, las revistas y marcas lo buscan, su agenda está apretada. Aunque amé su trabaja, no deja de recibir constantes llamados de atención por parte de su madre, a este punto de su carrera debería de saber su madre que su trabajo es así de exigente, días de trabajo, viajes y ser figura pública, pero esta no está muy contenta con las exposiciones que tiene su hijo.

Izuku se encuentra en el camerino después de estar en el desfile más grande de New York hecho por el multimillonario de Hizashi Yamada. Ha salido excelente como cualquier otra pasarela que ha tenido, adora estar rodeado de gente experta y analítica para que todo salga perfecto.

Perfección. Su cuerpo ha sido cubierto por costosas y exóticas telas de todo mundo, es demasiado bueno con hacer que todas las miradas estén interesadas en las prendas que lleva puestas. Solo camina recto y con gracia sobre la pasarela, sin perder un punto fijo, los flashes de las cámaras no le hacen nada, está acostumbrado ciertamente, pero tanta luz cansa su vista es por eso que prefiere su camerino algo oscuro, siendo únicamente iluminado por una lámpara pequeña aun lado para poder retocar un poco del maquillaje que lleva.

Detrás de él tocan su puerta tres veces.

—¿Quién es? —preguntó, girando un poco sobre su silla.

—Yo, Ochako.

Una linda mujer de cabello corto y castaño oscuro apareció.

—Oh adelante Ochako, ¿Qué sucede? ¿es sobre mi comida? Muero de hambre, Mochi

Y por la cara que mostraba su manager, sintió algo extraño en su estómago aparte del hambre que comían sus tripas.

—Es él, por quinta vez.

Las facciones de Izuku cambiaron ligeramente, apretó sus labios en casi una imperceptible línea, pero con rapidez trató de conservar la calma y aligerar por quinta vez en la semana aquello que empezaba a molestar a su Manager y amiga de confianza. Un fan muy fanatico por su trabajo y con él, un tal "K" al cual solo ha visto una vez, y como si desbloqueara un nuevo personaje en su vida, lo veía y oía de él en todos lados donde fuera, y empezaba a ser aterrador.

—Solo es un fan, mochi, he estado tan ocupado que no he podido salir a dar autógrafos o fotos, ¿sabes? Solo es eso —regresó de vuelta al espejo, el reflejo del mismo mostraba a su amiga no tan de acuerdo con lo dijo Izuku.

—En fin, no pudo pasar de nuevo, se necesita Pase VIP para entrar aquí —tomó firme su pizarra de apuntes sobre su brazo izquierdo y con la mano derecha sostenía la pluma rosada —, ¿quieres algún platillo en especial?

—Un sandwich estaría bien con eso, en la noche tengo cena con Todoroki.

—Tu bonita cara atrae a muchos hombres Zuzu.

—Y ninguno está cuerdo, al parecer —se rió de su amargo chiste y buscó entre su cosmetiquera la brocha para difuminar el rubor.

Ochako negó y salió. Izuku suspiro una vez que la puerta fue cerrada por su manager, miró su reflejo y estiró un poco su cara hacía abajo notando ojeras, hizo una mueca y buscó su corrector con máxima cobertura para cubrirlas.

Títere ● KatsuDeku ●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora