Entre lazos y magia [Aruani]

Capítulo 01: Presente, pasado y futuro

La noche era perfecta para sentir la magia pululando por el viento entre el bosque y las pocas luces del pueblo aledaño. El otoño estaba muy presente, con sus tardes algo cálidas y sus noches frías, cielos anaranjados o grises, las hojas de los árboles indecisas de irse o quedarse en el suelo. Las personas comenzaban a retirarse a sus hogares con premura, no querían sentir el aura misteriosa de esta época del año.

¿Qué podía ser tan aterrador? Nada, a menos que solo sea un simple humano condenado a vivir una vida sin la ilusión que la magia no corre por tus venas o que la conexión con la naturaleza y el más allá es algo que debes evitar por una ideología impuesta. Ese mundo de los humanos que trataba de lavarte la cabeza con cosas negativas, sin embargo, convivíamos relativamente en una paz algo curiosa. Nosotros no nos metíamos con ellos y ellos no se metían con nosotros. Pero no faltaban los grupos que no nos aceptaban.

Una semana, solo faltaba una semana para vivir esa noche que tanto adornaban, Halloween, Samhain, Noche de brujas, noche del más allá, noche previa a día de muertos, como lo quieran llamar. Una noche donde nosotros nos preparábamos para sentir nuestro poder crecer, para ahuyentar lo malo, recordar a nuestros antepasados y disfrutar con nuestros seres queridos, dar dulces y panecillos a los niños, cantar, conjurar, bailar y manifestar. La semana previa siempre era intensa.

Caminatas por la noche, reuniones con los lobos, los vampiros, los aquelarres hermanos y los animales del bosque, ese bosque que era una ciudad oculta para los humanos del pueblo.

-No te vayas muy lejos, los chicos ya nos avisaron que vieron a los del grupo de la iglesia rodear el territorio. -Dijo Hitch con su palidez tan propia de una no muerto.

-Bueno, aprovechas y me ayudas, así te alimentas de una vez y no andas consumiendo la sangre de los buitres de la montaña -Comenté colocándome mi capa.

-Lo sé, poco glamour, pero algunos aun no salen de sus cuevas y somos pocos, rubia, lo digo en serio, no te quiero en una hoguera o con flechas atravesándote el cuello. -Dijo pasando por mi lado para posarse en el ventanal de casa que daba al bosque mirando las montañas.

-No seré la única por el bosque, sabes que vivo de esto y esta semana previa es ideal para buscar los ingredientes. -Tomé la cesta de mimbre para salir de casa.

-Nos vemos mañana al atardecer, Annie, lo digo en serio.

-Hasta mañana.

Salir de casa luego de esas palabras era casi dar una sentencia y predisponiéndome que algo iba a pasar.

El bosque era sabio, daba las mejores frutas y hierbas para los preparativos de la noche más poderosa de todas. Necesitaba surtirme de diferentes especias para mi negocio.

Tanto para los seres de nuestro bosque, como para los humanos, ofrecía distintos postres y brebajes que ayudaban en distintas áreas de la vida, saluda, amor, suerte, paz, sueño, etc. Gracias a la desconocida bruja que me dio a luz pude optar por quedarme en el bosque, ya que fui adoptaba por el mismo aquelarre al que ella pertenecía, desde ahí hasta ahora, esa era mi vida.

Aprender magia, preparaciones, leer las runas antiguas, aprender diferentes idiomas y cultivar mi magia era lo principal. Desde pequeña estuve junto a Hitch, quien era del clan de los vampiros, la primera vez que la vi éramos unas niñas de 7 años, tenía tanta hambre, estaba volviéndose loca y como yo no perdía nada, le ofrecí mi muñeca, lo único que recuerdo que me desmayé por la anemia y desperté al cuarto día en mi cama, ya que Pieck nos había encontrado al estar haciendo vigilancia en su forma lobuna.

Hitch siempre me decía que mi sangre había sido el mejor brebaje que ella hubiera probado en su vida, bueno, los vampiros vinculados con los brujos dicen lo mismo. Debe ser por el sabor de la magia. Los hombres lobos quedan empalagados con nuestra especie y los duendes siempre andan ayudándonos por la seguridad que les damos. Pero también tenemos nuestro lado oscuro, en especial cuando se trata de personas o seres que nos traicionan, pero ese tema es para otro momento.