Extra~2

68 13 5
                                    

Los fríos pasillos tenían a Pond temblando o tal vez eran los nervios. No estaba claramente definido. Phuwin, sentado a su lado, pellizcaba sus nudillos  con ansiedad. Los tacones al fondo del pasillo les hicieron alzar la vista y ponerse en pie al instante.

-Buenos días, señores Tang y Naravit. -Saludó la Omega de sonrisa amable. -Déjenme felicitarles por pasar todas las pruebas requeridas. -Prosiguió tras los saludos de ambos Deltas. -Hoy será la última vez que nos veamos y, realmente, les deseo lo mejor en la formación de su familia.

El corazón de Phuwin se atoró en su garganta de igual modo que latió desenfrenado el de Pond al escuchar la última palabra. Lo habían logrado. Después de años de solicitudes, de haberse casado, mostrado con papeles la solvención de su hogar, visitas a su casa para corroborar las condiciones, entrevistas extensas, incluso de pasar un examen psicológico. Al fin, después de una ardua lucha, podrían llevarse al pequeño Mix a su casa.

El cachorro Omega fue luz de sol radiante en sus vidas. Cuando fueron aprobados y visitaron por primera vez el orfanato, Mix, estaba jugando de espaldas y solo en una esquina de la sala de visitas. Fue entrar ellos, recibiendo el tenue olor a polvos de talco del cachorro mezclado con la suavidad del cuero, que se encandilaron de él por los recuerdos de sus vidas adolescentes con esas chaquetas de cuero rojas y lilas de We Are y School President.

Para el cachorro no fue diferente, un par de pasos de los mayores a la sala y el pequeño levantó la vista sonriendo con sus pequeños colmillos y con la falta de una pala delantera. Las primeras palabras de Mix a Pond y Phuwin fueron: oleís super bien, como el chocolate que mami guardaba en el cajón de la cocina para mí y papi siempre robaba. Fue un click instantáneo, amoroso, como enamorarse por primera vez de nuevo. Más profundo, con connotaciones diferentes, pero leal y correcto.

-Estamos muy emocionados porque Mix conozca su nueva casa. -Dijo Phuwin siguiendo a la mujer cuando esta les indicó que lo hicieran.

-Él también. -Rio, parándose frente a una puerta con colores vivos en ella. -Lleva días contando que se va a ir a casa con sus nuevos papis. -Pond retuvo las lágrimas que quería dejar ir. -Antes de firmar los papeles, y poder llevaros a Mix, queda el último paso. -Ambos asintieron escuchando atentamente. -Es una formalidad que esperemos no os ocasiones conflicto.

-¿Por qué lo haría? -Preguntó Phuwin entrelazando su mano izquierda con la derecha de Pond.

-Muchos se echan atrás en este último punto, pero por suerte Mix no tiene ningún problema en particular. -Ambos fruncieron el ceño angustiados de golpe. -Además, confío en vosotros y veo el amor que tenéis por el cachorro.

-No vamos a echarnos atrás por nada del mundo. -Decretó rápido Pond.

-Es nuestro hijo. -La mujer sonrió, conmovida y adorando a esos hombres. Sabía, lo creía a ciegas, que ese par de Deltas serían los padres que Mix necesitaba. Odiaba las complicaciones y preguntas que se realizaban a las parejas de la misma casta, ser una pareja Omega-Alfa era más sencillo. Al menos pasar las encuestas psicológicas. Ridículo para ella y para muchos en una sociedad avanzada que seguía teniendo leyes retrógradas.

-Hablaréis con el psicólogo infantil del centro. -Explicó señalando la puerta con la placa nombrada. -Os comentará la llegada de Mix aquí y sobre su personalidad. -Señaló a su espalda. -Los espero para firmar los papeles en el mostrador de allí.

-Muchas gracias. -Se despidieron con una ligera reverencia antes de golpear la puerta y entrar. La calidez de la sala les golpeó el sistema, no solo por la calefacción, sino por los innumerables dibujos infantiles en las paredes y los muebles de colores. Mas su sangre se heló con la figura sentada tras el escritorio.

-Buenos días, pasen y tomen asiento. Necesito unos segundos para rellenar este formulario, disculpen. -Habló el hombre vestido con camisa y vaqueros, gafas redondas de mental en el puente de su nariz y cabello azabache. Ante ellos, Yin movió la nariz al inhalar aromas reconocidos para él. -Oh, vaya. -Boqueó al verlos ahí plantados. -Debí suponer que no era una coincidencia los apodos que Mix os tiene. -Con la mirada fija aún en él, Phuwin tiró de su enlace de manos con Pond hacia el escritorio. Tomaron asiento y esperaron en silencio; uno pesado y espeso que incomodaba más incluso que la situación.

-Nos han dicho que nos hablarías de la situación de Mix. -Dijo cortante Phuwin, Yin asintió mordiendo su labio inferior.

-El pequeño, por suerte, no tiene un gran recuerdo de lo ocurrido con sus padres. -Comenzó retocando sus gafas sobre el puente de su nariz. -Viajaban en una autocaravana junto a sus tíos y su primo. -Informó entrelazando sus dedos sobre el escritorio. -Ellos llevaban el cinturón de seguridad, los adultos no. -Explicó, los Deltas asintieron. -Él solo recuerda pocas cosas bonitas de su hogar y a su primo, con el cual, estuvo viviendo aquí en el orfanato. Hasta hace unos meses, que fue adoptado.

-¿Su primo sí tiene malos recuerdos? -Preguntó preocupado Pond, Yin sonrió adorando siempre el buen ser de este.

-La situación de Nanon es complicada. -Murmuró. -Él es un par de años mayor y sí tiene pesadillas con el suceso, pero está mejorando. -Carraspeó. -La cosa es... -Divagó nervioso repentinamente. -Que ellos han seguido manteniendo contacto, pues son los únicos familiares que tienen, y queremos que siga siendo así. -Puntualizó viendo a ambos detenidamente. -Ese es el requisito que os plantea la orfandad.

-Está bien, podemos hacerlo. -Habló rápido e incluso feliz por ello Pond. No pensaba retirarle aquello a Mix.

-Podemos ponernos en contacto con sus padres adoptivos si nos facilitáis los datos, quedar con ellos regularmente. -Aceptó Phuwin apretando su agarre de manos con Pond.

-Sí. -Susurró Yin retirando sus gafas para fregar sus ojos. -War y yo somos los padres adoptivos de Nanon. -De nuevo silencio, roto a penas por sus respiraciones y los movimientos de Yin al volver a ponerse las gafas. Ante las miradas indescifrables, de Phuwin y Pond, bajó el cuello de su camisa y mostró la marca cicatrizada de enlace que compartía con War. -Aquella noche, tras la carrera. -Inició rememorando todo para todos. -En la fiesta de celebración por quedar en segundo lugar, fui increpado como un bicho raro y un adefesio de la sociedad por los que creía mis propios amigos. -Miró a la nada tras ellos, lágrimas amontonadas en sus ojos. -No dejé la banda por vergüenza, la dejé porque amaba a War y no podía tolerar que le insultaran de ese modo. -Sus ojos ahogados en agua salada cayeron sobre Pond. -Fui mi propio karma, yo mismo me busqué el dolor y luché meses para recuperar al amor de mi vida.

Pond miró fijo al que fue su primer amor. Al Alfa, que a su modo y en la intimidad, le dio todo en todos los sentidos y con quién descubrió sus límites a respetar en una relación. Yin no había tenido la suerte de verse rodeado de personas que lo amaran incondicionalmente, tal vez también nunca fue suyo y sus caminos solo se cruzaron para dejarles enseñanzas que les guiaron hasta los que realmente fueron los amores de sus vidas; con quienes eran ellos mismos y formarían una familia. Sonrió, sincero y agradecido con la madre Luna.

-Me alegro muchísimo por War y por ti, lo digo de corazón. -Yin le devolvió el gesto, viendo a ambos y sorbiendo su nariz.

-Lo mismos digo. -Los señaló. -Me alegro de veros tan felices y de que vayáis a formar una familia. -Esperó, ansioso, a que alguno dijera la aceptación.

-Tendrás que darnos tu número y el de War para ponernos en contacto. -Dijo Phuwin relajado, ofreciendo su mano como símbolo de confianza y seguridad para dejar todo el pasado atrás. Dando, así inicio, a un nuevo comienzo. -Dentro de poco es el cumpleaños de mi sobrino y seguro que Mix quiere que su primo y vosotros estéis allí también.

Orange Chocolate ~ PondPhuwin ~ GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora