The Heart's Contract [ʀɪᴠᴀʀɪ] G!P

Capitulo 8: the union of the senses

Pov's Samantha

Me miré las manos, temblando aún después del golpe. La mesa de madera de roble que había en la habitación ahora tenía un hueco considerable en su superficie. Juan, desmayado a mis pies, no se movió.

En la habitación , Abril debió haber escuchado el sonido del golpe. Me imaginé su expresión de terror, pensando que había sido Juan quien había recibido el golpe fatal.

Me acerqué a la puerta que nos separaba y escuché. El silencio era absoluto. Abril no emitió ningún sonido, pero sabía que estaba escuchando, esperando.

Mi corazón seguía latiendo con fuerza.

Abril se movió ligeramente en la habitación, haciendo crujir el suelo bajo sus pies. Mi corazón se detuvo por un instante, esperando que no intentara escapar.

Pero no hubo ningún otro sonido. Abril se había quedado inmóvil de nuevo, esperando. Esperando a que sucediera algo. Esperando a que yo hiciera mi próximo movimiento.

Mi mirada se posó en Juan, que seguía desmayado en el suelo. La situación estaba bajo control, por ahora. Pero sabía que no podía mantenerla así por mucho tiempo.

La puerta que nos separaba parecía una barrera infranqueable, pero sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que Abril intentara escapar o alguien más descubriera mi secreto.

Cerré la puerta de la habitación donde Abril estaba encerrada y giré la llave, asegurándome de que estuviera bien cerrada. La escuché moverse, intentando abrir la puerta, pero sabía que no podría salir.

Me di la vuelta y miré a Juan, que seguía desmayado en el suelo. Lo agarré con cuidado y comencé a arrastrarlo lejos de la habitación, tratando de no hacer ruido.

Salimos la casa y llegamos a mi coche, estacionado en un lugar apartado. Abrí la puerta trasera y metí a Juan dentro, asegurándome de que estuviera cómodo.

Mientras conducía, miré por el espejo retrovisor, asegurándome de que nadie nos siguiera. La ciudad estaba oscura y silenciosa, y yo estaba sola con mis pensamientos.

¿Adónde iba a llevar a Juan? ¿Y qué pasaría con Abril, encerrada en la habitación? Mi corazón seguía latiendo con fuerza, y mi mente estaba enfocada en el próximo paso.

Conduje durante horas, perdida en mis pensamientos. La ciudad dio paso a la carretera principal, y luego a un camino secundario que me llevó a una zona rural apartada. La oscuridad era total, solo interrumpida por los faros del coche.

Finalmente, llegué a un lugar que conocía bien. Un pequeño cottage abandonado en el medio de la nada. Lo había descubierto años atrás, mientras exploraba la zona. Nadie sabía de su existencia, y era el lugar perfecto para esconder a Juan.

Apagué el motor y me bajé del coche. La noche era fría y silenciosa, solo interrumpida por el sonido de los grillos. Abrí la puerta trasera y sacudí a Juan, tratando de despertarlo.

Después de unos momentos, abrió los ojos, confundido y aturdido. Lo ayudé a salir del coche y lo llevé al cottage, donde lo tendí en el sofá.

Juan se sentó, mirándome con una mezcla de confusión y miedo. - ¿Dónde estoy? - preguntó, con la voz débil.

- No te preocupes - le dije, tratando de calmarlo. -Estás a salvo aquí.

Juan me miró, intentando recordar lo que había pasado. - Abril...-dijo, con la voz llena de preocupación.

-No te preocupes por Abril - le dije, tratando de sonreír. -Está bien.

Pero Juan sabía que no era cierto. Podía verlo en sus ojos. Sabía que algo estaba mal.