• La noche del campeon. (Carlos Sainz jr.)

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Malena se deslizó por el pasillo del hotel, su vestido rojo brillante llamando la atención de los invitados que aún celebraban en el salón. La música y las risas se desvanecieron a medida que se acercaba a la habitación de Carlos. Llevaba una sonrisa en su rostro, sabiendo que esta noche sería especial.

Al llegar a la puerta, llamó suavemente. La voz de Carlos, profunda y relajada, la invitó a entrar. Malena abrió la puerta y se encontró con el piloto sentado en el sofá, con una copa de champán en la mano.

- ¡Malena! ¡Entra! ¿Quieres un trago?

Malena asintió y se sentó a su lado. Carlos le ofreció la copa y brindaron por su victoria.

- Hoy ha sido increíble...

Malena sonrió y se acercó a él.

- Lo merecías...- Susurró en su oído.

La tensión entre ellos era palpable. Carlos posó su mano en la pierna de Malena, y ella no la retiró.
La mano de Carlos sobre su pierna enviaba descargas eléctricas por todo su cuerpo. Malena sabía que esta era su función, pero no podía evitar sentirse atraída por el piloto. Su sonrisa triunfante, su confianza y su pasión la habían conquistado.

Carlos se acercó, su aliento cálido en la oreja de Malena.

- Esta noche no podía terminar sin ti.

Malena se volvió hacia él, sus labios casi tocando.

- Estoy aquí para ti, como siempre...- respondió, su voz baja y seductora.

La habitación se desvaneció a medida que se besaban. En ese momento, Malena se sintió libre, sin pensamientos ni preocupaciones. Solo existía el presente, el placer y la conexión con Carlos.

Carlos estaba sentado en el sofá. Malena sabía que ese hombre era realmente increible. En secreto el era su preferido.  Carlos le dijo al oido que se arrodillara frente a él...
Malena lo hizo.

Carlos tomo la cara de Malena, ella le dedico una mirada intensa, perversa.
El se relajó, sabía que venía su momento, donde solo ella sabía complacerlo.

Ella se paro y le dio la espalda a Carlos. Corrió su largo cabello y dejo que el bajara el cierre de su vestido... El vestido cayó a sus pies.

Carlos contuvo la respiración al ver a Malena desnuda ante él. Su belleza lo dejó sin aliento. La luz tenue de la habitación resaltaba cada curva de su cuerpo.

- Eres una diosa...-susurró Carlos.

Malena se volvió hacia él, una sonrisa enigmática en sus labios.

- Soy toda tuya. —dijo, su voz baja y seductora.

Carlos se acercó a ella, su cuerpo cercano al suyo. La tomó de la cintura y la hizo girar a la cama.

- ¿Preparada?- Dijo Carlos con una sonrisa y su mirada dominante clavada en los ojos de Malena.

- Siempre estoy lista para ti..- Respondió Malena mordiendo su labio.

Carlos comenzó a besarla,  su boca parecía desesperada.  Sus manos empezaron a recorrer su cuerpo dejando una sensación de calor en la piel de esa mujer...
Fue bajando con sus manos poco a poco hasta encontrarse con toda su intimidad.

Carlos comenzó a tocarla suavemente. Malena se sentía en otra dimensión.  El sabía cómo usar sus manos y eso le encantaba. Sin previo aviso y poco a poco el fue introduciendo sus dedos...

- Dios....- Dijo Malena en un momento de extrema sensualidad.

- Me encanta como reaccionas a mi...

Carlos retiro sus dedos y sin pensarlo los metió en la boca de ella... si algo le gustaba de esa mujer era que estaba cien por ciento entregada a él.

Malena se levantó y obligó a Carlos a acostarse en la cama. Ella ahora tomaría el control.
Se acomodo entre las piernas de Carlos y sin previo aviso abrió su boca y comenzó a hacerle sexo oral.

Carlos apretó la sabana con sus manos.... esa mujer sabía exactamente como volverlo loco.

Malena subía y bajaba su velocidad, mirando a Carlos mientras su boca estaba llena de él.

Con su mano derecha hacia leves movimientos mientras que su boca y su lengua generaban en Carlos un placer indescriptible.

Luego de varios minutos Carlos dejo todo dentro de su boca. Ella lo miró y sin dudarlo no dejo escapar una sola gota.

- Eres extremadamente perversa. Me encanta.- Dijo Carlos antes de besarla.

El se acomodo entre sus piernas y sin pensarlo se introdujo poco a poco en ella.

Sus movimientos eran leves pero con una intensidad que volvían loca a Malena.

- Me encanta tenerte dentro mio.- Dijo entre gemidos.

Carlos aceleró sus movimientos,  la miró a los ojos y dejó salir su lado perverso.
Mientras la penetraba con fuerza la tomó del cuello.
Malena había perdido completamente la cordura, ese hombre era imparable, no había manera de contenerlo cuando estaba en su máximo momento de placer.

Carlos se apartó de ella un momento,  la puso de rodillas sobre la cama y volvió a penetrarla.... Malena estaba rendida ante ese hombre.

Sus gritos eran cada vez más fuertes, el sabía cómo moverse, como hacerla perder el control. 

La tomó de la cintura y aceleró sus movimientos. Ambos estaban al borde del orgasmo. Carlos la tomó de los hombros e hizo que pegara su espalda a el mientras seguía moviéndose con locura.

Malena apenas respiraba. Estaba en un momento increíble. El sexo con Carlos era todo lo que estaba bien en el mundo.

El dominaba absolutamente la situación, ella estaba completamente entregada a él.

Carlos bajo un poco su intensidad. Ella sabía que ahora era su turno.

Carlos se acostó y ella subió sobre el. Agarro su miembro que estaba duro como una roca y poco a poco fue sintiendo como entraba en ella...

Malena se movía suave con sus manos sobre el pecho de Carlos y manteniendo un ritmo tranquilo... Carlos estaba maravillado con el cuerpo de esa mujer.

A medida que ella aceleraba su ritmo ambos se miraban, sabían que esto era solo de una noche, pero la conexión que tenían iba más allá.

Carlos la besó. Paso su lengua por su cuello hasta llegar a los pechos de Malena... ella sentía su lengua recorrer su piel y no podía evitar sentirse exitada ...

Malena empezó a acelerar sus movimientos, puso sus manos en el pecho de Carlos y comenzó a moverse con más rapidez.
Carlos la tomó de la cintura para seguir sus movimientos... en el aire solo se sentía las respiración de ambos acelerada y al punto de cortarse...

El gemido de Malena pudo escucharse en cada rincón de la habitación... Carlos estaba exhausto... esa mujer bajaba su energía al máximo... sabía complacerlo.

Luego del momento de extremo placer Malena se acostó a su lado. Carlos se dio vuelta y la miró.

- Eres maravillosa. Mi preferida.

- Tu también eres mi preferido.  Tu energía y tu sensualidad no se comparan con ninguno.

Después de bajar el nivel de adrenalina Malena se vistió y se disponía a irse de la habitación. Carlos la tomó de la mano...

- Para ti... por ser tan buena en la cama.- Dijo Carlos dándole sobre con dinero extra.

- Sabes que mi trabajo esta pago. No tienes porque hacerlo.

- Lo mereces... eres la mejor...

Malena le agradeció con un beso apasionado y se retiro de la habitación.

~ A tus ordenes. (One Shots F1) (+18 Explícito.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora