── 𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 ──
Eran las 12 de la media noche, todo Hogwarts estaba en total silencio, ya que obviamente, todos estaban dormidos, excepto yo, que con mi varita alumbraba un poco mi libro que en ese momento estaba leyendo. Por alguna razón, no tenía sueño y eso era muy raro para mi.
Si trataba de dormir, mis ojos se cansaban de tenerlos cerrados, supongo que era por que no estaban listos para dormir.
Mientras leía, un maullido se hizo presente.
Voltee a la dirección de donde provenía ese maullido y me di cuenta que era Canela, mi gato. Tenía un pergamino atrás en la espalda amarrado con una soga.Deje lo que estaba haciendo y cargue a canela en mis brazos quitándole el pergamino de su espalda.
Desenrolle el pergamino y lo comencé a leer con la luz de mi varita alumbrandome.Ven a la sala común, es importante.
Atte: Diego BerkeleySolté un suspiro y como no tenía sueño, púes decidí hacerle caso. Me puse mis pantuflas y sali de mi habitación tratando de hacer el menos ruido posible.
Al salir me tope con Diego de pie viendo un pergamino abierto, al parecer leyendolo.─ Diego?... ─ dije en voz baja pero que me alcanzará a escuchar. Diego dirigió su mirada hacia mi.
─ Andy, necesito tu ayuda, urgentemente... ─ contesto enrollando el pergamino.
Me senté en el sofá que era de cuero negro y Diego se sentó a mi lado mirándome, su mirada parecía de cansancio.
─ wow...parece que no has dormido...te ves algo...horrible diría yo ─ comente. En ese momento, canela se subió a mis muslos recostandose en ellos.
─ pues acertaste, no eh dormido casi nada, pero eso no importa. Necesito que me ayudes en algo urgente, y se tiene que hacer esta noche ─ respondió Diego.
─ que? Esta noche? Tan urgente es? ─.
─ si, veras; necesito regresar el libro de pociones que tomamos de la zona prohibida, tengo un presentimiento demasiado malo... Para empezar, no tenemos permitido sacar de la biblioteca ningún libro de la zona prohibida, cosa que ya hicimos, y siento, que cuando el prefecto entró a esa zona que dijiste tu que estaba buscando algo, siento que lo que estaba buscando era este libro ─ mostro el libro de frente ─ así que hay que devolverlo, ya que si no lo encuentra, lo reportará con algún maestro y descubrirán que fuimos nosotros, así que... Hay que ir a devolverlo esta noche ─.
─ que?? Como lo devolveremos esta noche?? Es peligroso, los profesores que hacen Guardia, nos pueden ver y nos reportaran con el profesor Snape, no quiero dañar mi reputación ─ conteste preocupada.
─ pero es mejor eso, a que nos reporte peor por sacar un libro de la biblioteca, mucho menos de la zona prohibida ─ respondió.
─ mañana es sábado, y hay excursión a Hogsmeade, que tal si mañana que todos se vayan a la excursión, nosotros devolvemos el libro, será mucho más fácil, aparte que a esta hora, los pasillos están en una completa oscuridad ─ sugerí. Diego se quedó pensando unos minutos y luego entró en razón.
─ cierto...pero...le prometí a la profesora McGonagall que le ayudaría con unas cosas de la excursión, así que no podré ir a devolverlo...pero... ─ me volteo a ver ─ tu si podrás...que yo sepa no tienes ningun pendiente, así que mientras yo estoy en eso, tu puedes ir a devolverlo y a su vez, puedo distraer a los profesores para que no vayan a esa zona, en especial Flich ─ contesto.
─ si! Esta mucho más fácil que tu idea ─ hice una pausa ─ pero y si mañana Tom busca el libro y todavía no lo devolvemos? Que haremos? ─.
─ supongo que el prefecto ira a la excursión para controlar a los de su casa...ya sabes... ─ contesto.
Solté un suspiro pesado y asentí.. . .
Ya era el día siguiente, como dije, era sábado, había excursión en Hogsmeade. Todos los alumnos ya estaban afuera del Castillo esperando indicaciones de la Sub directora y profesora McGonagall. Yo estaba sentada en una roca esperando a Diego.
Mientras lo esperaba un chico se acercó a mi.
─ hola, tu eres la hermanita de Lorenzo Berkshire, ¿no? ─ pregunto aquel chico. Un chico con cabello castaño y unos cuantos rulos. Tenía varias benditas en el rostro, se me hacía conocido.
─ A-ha...s-si! Soy yo ─ respondí sonriendo bajando de la roca poniéndome enfrente del chico.
─ un gusto, soy Mathew Ryddle! ─ extendió su mano hacia mi. Me quedé sorprendida; ¡el era el hermano menor de el prefecto Tom!.
─ un gusto, soy... Andy Anel Berkshire! ─ respondí correspondiendo su apretón de manos. El me sonrió a lo que le devolví la sonrisa.
─ un placer...por cierto, has visto a tu hermano? No lo encuentro... ─ pregunto. Solté su mano y el empezó a observar a todos lados tratando de encontrar a Lorenzo.
─ ammm...creo que ¿no? Solo lo vi en la mañana, y luego de ahí ya no lo volvi a ver, creo que se fue con sus amigos ─ dije poniendo mi mano en encima de mis ojos evitando los rayos del sol.
No había mucho, habían unas cuantas nubes grises, pero de vez en cuando dejaban salir al sol ya que siempre lo mantenían tapado. Pero de que hacia frío era demasiado.
─ okey...gracias Andy, luego nos vemos ─ se despidió y se fue con las manos en los bolsillos. Me quedé sorprendida, no me esperaba que el popular de Hogwarts me hablará así como así, aunque ya me lo veía venir por la razón de que era muy amigo de mi hermano.
─ hey! Andy! ─.
Voltee a ver de donde venía esa voz y era Diego quien venía con un bolso, que de ahí saco el libro de pociones y un pergamino.
─ tardaste mucho... ─ dije mirándolo con desprecio.
─ lo siento, pero ten ─ me entregó el libro de pociones ─ lleva ese libro a la zona prohibida, ya cuando lo dejes ─ mostro el pergamino ─ dejas este pergamino hasta arriba de la estantería, donde sea casi imposible de verlo y alcanzarlo ─ finalizó entregándome el pergamino.
Luego de eso se fue ya que McGonagall ya había dado las indicaciones sobre ir ya hacia Hogsmeade.
Suspire un momento y me adentre a el castillo para ir hacia la biblioteca y hacer lo que me pidió que hiciera este Diego.Al llegar, verifique que no hubiera nadie cerca y me adentre a la zona prohibida. Cuando deje el libro, inspeccione con la mirada algún lugar donde esconder (como me dijo Diego) el pergamino.
Pase por los muebles llenos de libros pero no hayaba un lugar, así que decidí mejor esconderlo fuera de la zona prohibida. Cuando sali de la zona me tope con alguien... La última persona con la que quería toparme.
─ que hacías dentro de la zona prohibida? ─ era el prefecto, Tom. ─ que no deberías estar en Hogsmeade con los demás? Chica de quinto año. ─.
Escondí el pergamino atrás de mi mientras el prefecto hablaba con firmeza. Su voz me causaba miedo y escalofríos.
─ l-lo siento... ─ dije agachando la mirada un poco avergonzada ─ solo vine a buscar un libro... ─.
─ no me importa para que hayas venido, eso no justifica que hayas salido de la zona prohibida... ─ menciono. Ahora si que estaba frita.
─ esque estaba buscando un libro! ─ respondí.
─ mejor vete antes de que le diga al profesor Snape, Berkshire ─ advirtió y en eso, sali corriendo de ahí.