Molestoso // Ranseb

consejos y mariposas

Después de esa pequeña "pelea" que ambos tuvieron las semanas pasaron tranquilas.

Aunque después de ese suceso Sebastian se sintió vulnerable, avergonzado y como un chillón por haber actuado así, al notar que Randal no había notado eso o no le había dado importancia decidido también ignorarlo.

Con Randal tratando de conquistar por completo a Sebastian para conseguir una respuesta afirmativa y este mismo tratando de descubrir sus sentimientos por completo hacia su amo, dos pequeños grandes gatos de la casa decidieron ayudarlos después de dos semanas del suceso de la pelea.

Darles un pequeño empujoncito.

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Sebastian estaba tirado en el sofá, aburrido, esperando a que Randal llegara de casa, en su mente, hasta que un catman peli-azúl interrumpió sus pensamientos.

-¿Ya le preguntaste?-se acerco algo tímido y se sentó junto a el.

Sebastian se sobresalto un poco, no esperaba que Nyon le hablara.

-¿Preguntarle que?...-dijo intentando no ser lo que pensaba

-Tu sabes perfectamente que...

-Si-suspiro-no salió como yo esperaba pero...al menos se lo que siente el.-dijo cruzándose de brazos.

-¿Y tú cómo te sientes?

-No lo sé...ese es el problema ahora

Nyon pensó un momento antes de hablar-Cuando alguien te gusta, simplemente lo sabes.-hablo-son como mariposas en el estómago, tu corazoncito siente cosas, tu sientes cosas.

-¡Suena muy cursi!-dijo dándole un pequeño golpecito en el codo y ambos rieron.

-¡Lo sé! Pero supongo que así lo describo yo estando enamorado.-rio-cuando alguien te gusta, cuando amas a alguien, dices cosas muy cursis, cosas que jamas serias capaz de decir.

-Eso suena muy...-penso-sabio.

De la nada Nyen salió por detrás del sofá, abrazando a Nyon por el cuello. Había estado escuchando la conversación desde atrás.

-Intenta acercarte un poco más a el.-dijo serio mientras le daba un beso en la cabeza a Nyon-¡así lo supe yo, quizás, ve como reaccionas, cómo te sientes con cada toque, con cada palabra, cuando sus ojos se cruzan!

-¿Desde cuándo son tan cursis ambos?-rio, la situación en vez de ser seria se estaba poniendo graciosa para el, era raro escucharlos de ese modo-¡Me enferman!-dijo bromeando.

Todos estaban entre risas, se sentia como una familia, los catman los padres y Sebastian el hijo adoptado.

Después de que el momento paso y Randal estaba apunto de llegar Sebastián se la paso pensando.

Nunca había prestado atención exacta a como se sentía cuando estaba con Randal, miedo, quizás, nervios, vulnerable. Pero...¿Solo eso? ¿No sentía otra cosa?

¿Y si intentaba acercarse el tambien a Randal para descubrirlo?

Esos y más pensamientos lo invadieron, o al menos hasta que la puerta se abrió y Randal entró por esta, más alegre que de costumbre.

Normalmente Randal era quien se abalanzaba contra el de pecas primero, pero está vez fue al revés, el de pecas se acercó hacia el y lo abrazo.

Si de por si Randal ya estaba feliz, con ese abrazo se le iluminó la cara por completo.

-¡Sebi!-le devolvió el abrazo, aún más fuerte.

-¡Randal!...-imito.

-¡Mira lo que te traje!-dijo animado mientras sacaba de su mochila una pintura algo extraña. La pintura tenía un corazón humano con hijos, y ojos alrededor, Sebastian lo miró raro, aunque no era de esperarse, ya que era Randal quien lo había hecho.-¡Lo hice en clase de artes, era dibujo libre, así que me inspire pensando en ti!

Sebastian lo miró perturbado, pero suspiro, Randal no tenía remedio.-Que...lindo...-dijo tratando de fingir que no estaba perturbado, aunque por dentro estaba más que animado, el hecho de que Randal hubiera pensando en el para hacer la pintura se le hizo un detalle lindo, animandole el corazón.

-¡Me alegro de que te gustará Sebi, me esforcé mucho!

Sebastian soltó una pequeña risita al ver lo animado que se encontraba el de lentes, así que no se quejo. Randal fue a dejar su mochila en su habitación antes de ir a comer junto a todos.

En la mesa como siempre Randal y Sebastian se sentaron juntos. Pero mientras comían su espagueti Randal sintió un toque raro en su mano que no estaba arriba de la mesa, bajo un poco la mirada para ver qué era y era la mano de Sebastian, quien estaba intentando agarrarle de la mano disimuladamente, esperando que está acción fuera correspondida.

Y así fue.

Randal al notar la intención accedió con gusto, agarrandolo igual de la mano por debajo, pero primero al estar emocionado no midió su fuerza y sin darse cuenta lo estaba haciendo demasiado fuerte, hasta que escucho a Sebastián toser un poco en forma de señal y aflojó su agarre, está vez siendo un poco más flojo, pero tratando de ser tierno.

Afortunadamente nadie se dió cuenta de esta situación en la mesa, así que ambos jugaban con los dedos del otro por debajo de esta, de forma cariñosa.

¿Y como se sentía Sebastian?

Se sentía feliz, cálido, aunque al inicio fue al brusco el de lentes al tener un agarre ahora más tierno y juguetón con el lo hacía sentir querido, y el también lo quería, se sentis alegre, como el ser más afortunado del mundo, sentia las dichas "mariposas en el estómago".

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