“ Y qué hombre tan canalla
Sólo dale media oportunidad
Apuesto que si puede te robará
Puedes ver en sus ojos que tiene un plan sucio
Espero que no te involucres en lo absoluto ”•
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Cuando despertó, se quedó viendo el techo por cinco minutos exactos mientras trataba de entender lo que había pasado en las últimas horas — lo mínimo, tampoco se rompería la cabeza — era absolutamente irreal, sacado de una película de Steven Seagal y protagonizada por personas surrealistas que parecían salidas de la perturbada mente de Tim Burton. Suspiró viendo hacia las puertas francesas a un costado de la habitación, seguramente daban a un balcón que debía ofrecer una vista espectacular del terreno, Cupido se sentía pesado y bastante confundido así que no hizo ademán de querer levantarse sino que se enrolló más entre las sábanas. Recuerda que era sábado en la mañana, él había decidido preparar panqueques después de prometerselo a Hedy a cambio de que ella se dejase vacunar por la pediatra, pasaban Bluey en la televisión y su vida jamás se había sentido tan en calma.
¿Y luego qué pasó?
Un sujeto sacado de “ Hombres de Negro ” y actitud de Thomas Shelby tocó a su puerta, volviendo su vida en una pesadilla con tan sólo abrir la boca y preguntar por él.
No lo veía justo, finalmente había conseguido encaminar su vida y la de su hija, ya no se sentía desesperanzado a pesar de las duras faenas nocturnas donde lo reducían a nada más que un hoyo que llenar. Cada que pensaba en la avenida 23 con calle Ducard sus ojos se llenaban de lágrimas — y ya no podía decir debido a qué exactamente — cada que marcaban las 10:30, vestía una gabardina café que pudiese tapar su corto vestido y caminaba las once cuadras que separaban su vida familiar del peor de todos sus errores; no estaba orgulloso de esa parte suya, no le causaba emoción ni mucho menos placer, cada que sentía las asquerosas caricias de personajes cuyas caras jamás se molestó en memorizar, sentía repelús, sus voces y el aliento golpeando justo en su oído: “ gritarás tan fuerte, que las demás zorras de la calle sentirán envidia de ti.. ”. No, no estaba orgullo y tampoco era un tema del que gustará hablar — o en este caso, recordar — las calles eran despiadadas y ruines, solo que todo sucedía cuando la oscuridad se apoderaba de los callejones.
Recuerda, para amargarse aún más el despertar, que entre su glorioso abanico de clientes — nótese el sarcasmo — había uno de ellos que destacaba por su peculiaridad. Su figura encorvada, nariz aguileña y voz estridentemente chillona lo hacían alguien difícil de ignorar, más aún gracias a sus tic's nerviosos y paranoia casi cómica; le gustaba que le llamarán Profesor y que jugasen a la “ escuelita ” eso parecía prenderle bastante, también notaba que este personaje tenía una asquerosa obsesión con las gorras rosas y los dientes de conejo. Cada jueves iba a verlo, llegando en un auto que olía a perfume de mujer mayor, no conversaban hasta que estaban frente al motel y él se giraba para mirarlo con sus nerviosos ojos grises.
“ — hoy quiero se seas un buen chico y hagas tus tareas para que tengas una A+.. ”
Cuando entraban a la habitación, el Profesor se paraba detrás de él y con cuidado le hacía una coleta baja — dejando un flequillo fuera — solía respirarle en la nuca con absurda insistencia, después de un tiempo comprendió que en realidad lo estaba olfateando, también llevaba para él shorts cortos de color gris y una camiseta rosa. El juego comenzaba y él le daba una extensa explicación sobre algún tema académico, hacía preguntas que estaba obligado a contestar y si no lo hacía se ganaba una “ F ” que solo significaba una cosa.
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The Driver » Business Love
Fanfic" Si vas a prender fuego a la noche Entonces cariño, déjame ser tu encendedor Si ya estás drogado y quieres volar Seré la mano que te lleve más alto Y si quieres amar cuando llegues al cielo Puedes ser mi jinete de medianoche Si no hay ningún lu...