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Brando's Pov
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—¿Por qué no entraste al primer período, bro? —dice Niccolo mientras deja su mochila al lado de la mía, dejándose caer al suelo junto a la pared.

—Tenía unos asuntos que resolver —respondo, aunque mi mente ya está en el plan de esta tarde con Zoé. No lo puedo evitar; ella me tiene atrapado. En el buen sentido… creo.

—¿Y esos “asuntos” incluían a Zoé? —pregunta, levantando una ceja con una sonrisa que es una mezcla de burla y curiosidad.

—¿Qué? ¿A qué te refieres? —trato de hacerme el desentendido, aunque me siento enrojecer.

—La vi bajando las escaleras hace un rato. Claramente estuvo acá arriba contigo, arreglándose el uniforme… —dice con esa típica sonrisa traviesa que me exaspera y me hace reír a la vez—. ¿Qué hicieron acá arriba, amigo? ¿Usaron protección?

—No hicimos nada, Niccolo. Solo arreglamos una discusión y fumamos, eso es todo —le respondo, intentando sonar indiferente.

—Si tú lo dices… —responde él, mientras enciende un cigarrillo y me mira de reojo, como si no me creyera del todo.

Suelto un suspiro, queriendo cambiar de tema—. Por cierto, necesito los apuntes de tu clase.

—¿Para qué? Tú ni siquiera vas en mi salón —dice, mientras le da una calada a su cigarrillo y me observa con una sonrisa burlona.

—Yo no, pero Zoé sí, y le prometí los apuntes para que se quedara conmigo.

—Ahhh, ya veo. Te tiene loco esa chica… aunque no te culpo, es sexy —responde Niccolo mientras me pasa su libreta.

—¡Ey! —le doy un golpe en la nuca, haciéndolo reír.

—Perdón, perdón. Oye, entonces… ¿mañana nos juntamos para fumar?

—No puedo, estoy ocupado —le digo mientras tomo fotos de los apuntes para enviárselos a Zoé.

—¿Sí? ¿Y en qué estás ocupado? ¿Vas a vender droga o… besarte con Zoé? —dice, medio riéndose y fingiendo un tono dramático.

—Idiota… y si quieres saber, mañana estoy ocupado porque voy a pasar el día con Zoé —respondo, dándole una calada al porro que me pasa.

—¿Y qué van a hacer, si se puede saber? —me mira con una mezcla de curiosidad y envidia.

—Tiene casa sola —digo, tratando de sonar despreocupado.

—Ahhh, ya entiendo tu plan. ¿Y qué condones vas a usar, eh? —bromea, dándome un golpe en el hombro.

—Dios, Niccolo, no todo lo que hago con Zoé es sexo. De hecho, el plan es solo piscina, películas o algo así.

—¿Entonces no se repite la fiesta de la vez pasada? —pregunta, con una sonrisa cómplice y algo de decepción.

—Obviamente no, Nicco —respondo, negando con la cabeza, aunque una parte de mí se ríe al recordar aquella vez.

Niccolo suelta una risa, dándole otra calada al cigarro—. A veces me pregunto, ¿cómo es que no has caído rendido ya?

Le miro de reojo y me río—. Créeme, Nicco, estoy más cerca de lo que crees.

Niccolo me mira y sonríe con más malicia de la habitual, ya preparándose para lanzarse con alguna de sus bromas.

—Oye, Brando, hablando en serio… ¿cuánto tiempo llevas detrás de Zoé? —pregunta con una sonrisa burlona mientras le da otra calada a su cigarro—. Y no me vengas con eso de "somos solo amigos". Nadie hace tanto por alguien si no hay algo más.

—¿Qué? Cállate, Nicco. Ya sabes que Zoé y yo somos mejores amigos, nada más —respondo, pero noto que no me cree ni un poco.

Niccolo se ríe, casi como si me compadeciera—. Sí, claro, “mejores amigos”. Lo que tú digas, hermano. Pero no veo que ella te mire igual que tú a ella.

—No empieces, Niccolo —le advierto, aunque sé que no va a detenerse. Él solo me observa, esa sonrisa de complicidad pintada en la cara.

—Mira, yo solo digo que es curioso cómo haces lo que sea por ella. ¿Apuntes? Listo. ¿Cigarros? Le llevas. ¿Discusión? Le pides disculpas en cinco segundos. Te tiene, pero bien, Brando —suelta una carcajada, y no puedo evitar reírme, aunque también me revienta un poco que tenga razón.

—No es así. Simplemente nos ayudamos mutuamente. Siempre ha sido así entre nosotros —le digo, aunque sé que Niccolo no se va a conformar con esa respuesta.

—Ajá… sí, claro. Entonces, ¿por qué te pones rojo cada vez que te menciona algo de salir o cuando te pide ayuda? —dice, empujándome suavemente con el hombro—. Vamos, Brando, a estas alturas creo que hasta su perro sabe que estás más que “enamorado” de tu mejor amiga.

—¡Nicco, basta! No me pongo rojo, ni nada de eso —trato de defenderme, aunque sé que mi cara me delata.

—Ah, claro, claro. No te pones rojo… entonces, ¿por qué te pones tan nervioso? Me apuesto algo a que ya hasta tienes el plan de la “cita” de mañana en tu cabeza, ¿verdad? —me da una palmada en el hombro, riéndose—. Porque es una cita, aunque digas que no.

Le doy un empujón, medio riéndome—. Mira, Nicco, mañana solo vamos a ver películas y pasar el rato. No hay nada más. No es mi culpa que tú solo pienses en eso.

Niccolo niega con la cabeza y sonríe—. Claro, claro. Solo espero que en esa “mejor amistad” no termines con el corazón hecho pedazos, amigo.

—Idiota… —le respondo, aunque su comentario me deja pensando un momento.

—Bueno, no olvides traerme los detalles de tu “peliculita” —dice, dándose media vuelta y saliendo con una sonrisa, dejándome ahí, riendo y pensando al mismo tiempo.







Regrese!!!!
que opinan de este capítulo?
les gustaría ver una pequeña charla entre Ludovica y Zoé por el vídeo con Brando?
ily
no olviden votar??

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⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

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