Mal nombre| Sahyo au-social media

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Desde que Chaeyoung publicó aquel tweet, la preparatoria se volvió un campo de batalla. La gente murmuraba a sus espaldas, y las miradas se clavaban en ella y en Mina en cada esquina. Dos semanas habían pasado, pero el rumor no moría. Mina, desesperada, buscaba a Chaeyoung a cada rato. Cada vez que la veía en los pasillos o en la cafetería, intentaba acercarse. Los primeros días, Mina la alcanzaba y trataba de explicarse.

—Chaeyoung, solo dame un minuto, ¿sí? —le rogaba, con los ojos llenos de desesperación—. Todo fue un malentendido, te juro que no fue lo que parece.

Chaeyoung solo la miraba con los ojos entrecerrados y se alejaba sin decir una palabra. El primer par de días, Mina intentó tocarla, detenerla, aferrarse a su mano para que no se fuera. Pero pronto descubrió que eso solo la alejaba más. Las amigas de Chaeyoung comenzaron a interponerse.

—Déjala en paz, Mina —le dijo Jeongyeon en una ocasión, poniéndose entre ambas.

—Ella no quiere hablar contigo —agregó Nayeon con el ceño fruncido—. Ya hiciste suficiente.

Mina suspiraba con frustración y daba la vuelta, pero nunca dejaba de intentar. Sana, Dahyun y Jihyo se turnaban para acompañar a Chaeyoung a sus clases, manteniendo a Mina lo más lejos posible. La situación era dolorosa y tensa. Chaeyoung no decía nada, pero sus amigas sabían que estaba al borde. Cada vez que Mina se aparecía, Chaeyoung tensaba la mandíbula, como si cualquier palabra pudiera romper su autocontrol.

Un día, durante la clase de orientación, la presión le fue demasiado. En esa clase estaban hablando sobre la elección de carrera, algo que todos parecían tener claro, menos ella. Así que, al sonar el timbre, en lugar de ir al salón, decidió irse a la cafetería para estar sola un rato. La última semana de presiones y miradas constantes la tenía agotada, y no quería pensar en más decisiones complicadas.