Tres

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Al día siguiente, el comedor del centro estaba lleno de jóvenes, cada uno con su charola en mano, avanzando entre las mesas largas de madera. El ruido de las voces y los cubiertos chocando con los platos llenaba el espacio. Jimin caminaba con su usual actitud despreocupada, eligiendo su desayuno mientras los demás lo observaban de reojo. Su cabello rojo y su porte altivo destacaban entre todos, como siempre, atrayendo miradas curiosas y algunas de admiración.

Tomó un poco de fruta, pan y algo de avena. Mientras avanzaba hacia una mesa vacía, algunos de los otros chicos intercambiaron susurros, claramente interesados en lo que sucedía entre él y Jungkook, por el trato rudo del sargento hacia él.

Pobre tontos, no sabían nada.

Jimin, como si nada, sonreía para sí mismo, aún sintiendo la advertencia del sargento en la piel. Sin embargo, no mostró signo alguno de estar afectado.

Se sentó en su lugar habitual, con la misma picardía en los labios. Desde el otro lado de la sala, podía sentir la mirada de Jungkook sobre él, quien supervisaba a los jóvenes.

Jimin disfrutaba cada bocado, llevando la fruta picada a sus labios con una lentitud deliberada, sabiendo perfectamente que Jungkook lo observaba desde el otro lado de la sala. La mirada del sargento se mantenía fija en él, dura y penetrante, como si estuviera midiendo cada uno de sus movimientos. Jimin podía sentir la tensión en el aire, la rabia contenida en el semblante de Jungkook, y eso solo le provocaba más.

Con cada bocado, sus ojos marrones no se despegaban del sargento, buscando cualquier reacción, cualquier señal de que estaba logrando sacarlo de quicio. La sonrisa apenas perceptible en sus labios hacía evidente su satisfacción.

Jungkook, por su parte, no podía disimular el enojo que le provocaba la actitud descarada de Jimin. Cada gesto calculado del joven lo hacía hervir por dentro, pero sabía que no podía reaccionar de la forma que realmente quería, no ahí, no frente a todos.

Jimin terminó un trozo de fruta, y con la misma lentitud, lamió sus labios, provocando aún más. Jungkook apretó la mandíbula, sus manos cerradas en puños detrás de su espalda mientras intentaba mantener la compostura.

De pronto uno de los chicos se acercó a Jimin, con una mirada cargada de intención que Jungkook no podía ignorar, los ojos del chico se desviaron a los labios del pelirrojo,  y posteriormente se acercó a la oreja de este para susurrarle algo. Jimin lo recibió con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con picardía. El susurro del otro joven se perdió en el bullicio del desayuno, pero Jungkook no necesitaba saber las palabras exactas para comprender la insinuación, y el acercamiento lo tenso de sobre manera.

Jimin respondió a lo que sea que el otro chico le haya dicho colocando sus hermosos labios sobre la oreja contraria, susurrando seductoramente. El roce de los labios de Jimin contra la oreja del chico fue suficiente para que un escalofrío recorriera la espalda de Jungkook.

El tono seductor de Jimin, combinado con su actitud desafiante, era como una provocación directa. —De acuerdo, nos reunimos en los baños cuando la visita de los padres haya finalizado— había dicho, su voz suave y tentadora. La risa cómplice del chico le respondió, una que llenó el aire con una carga de tensión palpable.

Jungkook sintió una oleada de celos recorrerlo. La mirada de Jimin se volvió hacia él, un destello de desafío brillando en sus ojos marrones. Era evidente que disfrutaba de la reacción que su provocación generaba en Jungkook. Sin pensarlo, se levantó, su silla raspando el suelo al hacerlo. La sala se quedó en silencio al ver el movimiento, todos los ojos fijos en él.

—Jimin— dijo Jungkook, su voz grave y autoritaria—ven aquí.

La orden era clara y contundente, y Jimin, a pesar de su naturaleza desafiante, no pudo evitar el impulso de obedecer. La tensión entre ambos era palpable, y los demás jóvenes observaban con expectación, porque según ellos, Jungkook era muy cruel con el pelirrojo.

Trouble Maker |Kookmin| +18 Short Fic |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora