Varios días transcurrieron desde aquella fiesta, nuestro príncipe exploró cada parte del castillo, hasta las que nunca había visto, también estuvo al pendiente de los horarios de los guardias y si había algún pasadizo por el que podría entrar y salir del lugar sin ser visto, toda esa información la fué recopilando en su cuaderno y poco a poco fué modificando su plan hasta que estuviera casi perfecto.
- Hijo mío ¿Que haces? - Le preguntó el rey que estaba detrás de él, asustando al pobre chico.
- Na-nada papá, todo está bien. - Contestó mientras intentaba ocultar su cuaderno y pluma.
- Ah, ya... Por cierto, hijo ¿te gustaría ir a cazar?
- ¡¿A cazar?! - Al príncipe se le iluminaron los ojos ante tal pregunta, tenía entendido que su padre cazaba a veces en un bosque ajeno al castillo, si corría con suerte podría escapar en unos pocos minutos, no tendría que esperar hasta la noche y tampoco tendría que trepar los muros, saldría del castillo de manera segura y sin que piensen que fué intencional.
- Si, a cazar, hoy tengo ganas de comer faisán. - Al rey se le hizo raro que su hijo lo viera de ese modo, por lo general, su hijo lo rechazaba cada vez que le pedía el salir a hacer otras actividades con el, pero no iba a desaprovechar esa rara oportunidad que le estaban dando.
- Sí, me gustaría ir, deja voy por mis cosas, el caballo y estaré listo. - Dicho esto, Hyunjin salió disparado hacia su habitación, agarró la bolsa más grande que tenía y guardó varios cambios de ropa, su material de dibujo y una bolsa pequeña llena de monedas de oro, miró por última vez su habitación y con un gran suspiro de satisfacción cerró la puerta.
El rey Hwang y su hijo emprendieron el viaje hacia el bosque, salieron del castillo directamente al pueblo y Hyunjin ya no tenía forma de ocultar su felicidad, por primera vez había visto el pueblo, nada de carruajes con cortinas que cubrían su vista, esta vez el podía admirar la belleza del lugar desde su corcel; El rey lo miraba de vez en cuando y sonreía al verlo feliz, entendía que su esposa no quisiera que Hyunjin fuera expuesto al público hasta que se convirtiera en rey pero con la felicidad que su hijo expresaba se daba cuenta de que lo sobreprotegieron.
Los pueblerinos al ver al rey se inclinaban a su paso y al mismo tiempo cuchicheaban sobre el rostro que estaba a su lado, algunos decían que era extranjero, otros que posiblemente se trataba de algún caballero con trato especial de su majestad y el resto, que se trataba de algún Duque que estaba haciendo negocios con el reino, algunas mujeres deseaban poder casarse con aquel hombre desconocido y siguieron a los caballos por un buen rato hasta que les perdieron de vista.
Sus majestades llegaron a un espeso bosque, un poco alejado del ruido del pueblo, el rey bajó de su montura y el príncipe y algunos caballeros le siguieron en completo silencio, el rey hizo una señal para que lo siguieran y así lo hicieron. Hyunjin poco a poco se fué alejando de su padre y los caballeros hasta que por fin quedó solo. Hyunjin suspiró de alivio y corrió con todas sus fuerzas hacia donde sus pies querían, sintiendo esa libertad que describían los libros y que para el eran un vago sueño.
Corrió y corrió hasta que sus pies no pudieron más y cayó rendido en el espeso césped que cubría la tierra, su respiración era agitada pero era incapaz de borrar su sonrisa, los pájaros cantaban y los frondosos árboles le daban la bienvenida junto con el fuerte viento que hacia a las hojas danzar, estaba perdido en la perfección de la naturaleza hasta que un tarareo lo hizo reaccionar, al parecer no estaba del todo solo en ese bosque, decidió levantarse y esconderse detrás de unos arbustos para saber de qué se trataba y si estaba en peligro o no.
Del otro lado del arbusto estaba un lago de aguas tan cristalinas que al asomarte podías ver tu reflejo, alrededor habían flores de todos los tipos, adornando aquel precioso paisaje y la luz del sol de medio día traspasaba las hojas, creando un maravilloso espectáculo que era digno de un cuadro. Hyunjin no se había dado cuenta pero cuando lo hizo quedó el doble de conmocionado, una figura hermosa se asomaba en el agua, los rayos del luz reflejaban en las gotas de su cuerpo haciendo que su piel brillara, aquella figura era delgada y de piel blanca como la nieve, sus cabellos parecían hilos dorados que le recordaban al atardecer desde su alcoba y las curvas marcadas de su torso le invitaban a imaginar los trazos para pintar esa bella obra de arte.
Aquella figura era la que tarareaba mientras jugaba en el lago, cantaba como un verdadero angel. Hyunjin decidió salir poco a poco de su escondite, para no altererar a la persona que admiraba; luego de un buen rato mirando, el desconocido se dió vuelta, revelando que se trataba de un chico de ojos azul intenso, labios hermosos y carnosos y su rostro era adornado por pequeños puntos cafés; aquel individuo alzó la mirada y al ver a Hyunjin se asustó y se dispuso a salir del lago lo más rápido que sus piernas le permitían.
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perdón por lo corto y el final un poco abrupto, mis amores, este capítulo está demasiado conectado con el siguiente (en realidad la mitad del cap 5 era todo el cap 4 pero no quise hacerlo muy largo, así que lo dividí en dos) así que trataré de publicarlo lo más pronto posible, puede que antes de este fin de semana o después, quien sabe, lo que sí se es que le voy a meter mucha pasión y poesía en varios diálogos y descripciones para dar la vibra de historia de romance a la antiguita JAJSJAJSJA y ya, eso es todo por las informaciones, gracias por apoyar este proyecto, los tqm 💗
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Musa (Hyunlix)
Fanfiction¿Coincidencia o destino? Hyunjin es un joven príncipe amante de la pintura que fué privado de su libertad desde temprana edad, su sed de ser libre y buscar inspiración para sus obras lo llevan a conocer al posible amor de su vida historia original ...