Caperucita Roja - Tokyo Revengers

Segundo acto.

～Estás a la mitad～

Narra Zoé:

Al abrir mis ojos el pelinegro ya no está conmigo y yo no estoy en el mismo lugar de hace rato, dónde me encuentro ahora es más oscuro y no logro ver perfectamente. 

Me levanto como puedo pero me tiemblan un poco las piernas, y no se porqué, asi que me apoyo en los árboles para caminar y como no veo varias veces termino en el piso.

Tengo la sensación de que alguien me mira mientras camino pero no veo a nadie. Sigo caminando y siento pisadas detrás mío que al voltear a ver noto un par de ojos violetas mirándome pero desaparecen entre la oscuridad.

Sigo caminando un par de minutos más, no escucho ni veo nada hasta que siento la respiración en mi oído de nuevo.

—Vaya, vaya, vaya.— susurra una voz distinta que la primera que me voltea y vuelvo a ver los ojos violetas. —¿Pero qué tenemos aquí?—

No logro decir una palabra cuando siento como una de sus manos aparta mi capa y se posa en mi pecho acariciándolo y baja el tirante derecho. —Veo que ya me ganaron.— comenta pasando sus dedos por encima del lugar dónde me arde y conecta su mirada con la mía. —Pero bueno, tampoco me quedaré sin diversión.—

No me da tiempo de contestar cuando comienza a besarme y lo sigo sin pensar, sigue besándome haciéndome retroceder unos pasos mientras juega con mis pechos apretándolos y acariciando mis pezones, a los pocos pasos termino de nuevo en el pasto.

Se aparta del beso mordiendo mis labios y toma mis caderas para voltearme y así lo hago colocándome en cuatro ganándome una nalgada que me hace pedir otra y otra, hasta que introduce su miembro en mi intimidad comenzando a mover mis caderas a su antojo llegando a lo más profundo de mí y haciéndome aferrar mis dedos al pasto por eso y por sus nalgadas.

—¿Sabes dónde estás?— pregunta saliendo de mí y me voltea para volver a entrar en mí esta vez subiéndome encima suyo.

—¿Don- dónde?— pregunto cómo puedo ya que me obliga a brincar y me ayudo apoyando mis manos en sus hombros.

—Estás a la mitad, ya casi llegas a tu destino.— me contesta antes de besarme y correspondo.

Se aparta y baja por mi cuello besándome y detiene mis movimientos para morderme con fuerza el pecho izquierdo.

—Duele..— susurro a los segundos provocando que se aparte y pasa su lengua por la mordida.

Vuelve a hacerme brincar llevándome a tocar mi orgasmo pero no me detengo y sigo moviéndome hasta que siento como se corre dentro mío y toma mis caderas para detener mis movimientos y moverme él mismo y lo siento muy adentro provocando que apoye mi frente en su hombro tratando de respirar con normalidad.

—¿Por qué?— pregunto mareada pero logro notar su cabello blanco.

—Queremos diversión y tú entraste dónde no debías. Bueno te metieron donde no debían..— contesta y todo se vuelve negro de nuevo.

No lo entiendo..

¿De qué habla?

～🎃～