chestappen mis papás; yuki & chestappen

Capítulo 16: no hay nada eterno - neón

“Aún no puedo creer que tú seas el ganador.” Checo ni siquiera podía salir del estupor que aún sentía al saber que aquel pequeño muchacho, al que conoció hace un poco más de un mes, fuera la misma persona que pasaría los siguientes cuatro días junto a su pareja y él. “Digo, no porque no crea que te lo mereces, porque estoy seguro que sí. Si estás aquí es por algo.” Razonó el pecoso, jugando un poco con el suave cabello del muchacho más joven. ‘Qué bueno que al final sí compré esos broches.’ “Pero sigue siendo igual de sorprendente que tú, entre tantas personas, seas el ganador. Es increíble.”

Yuki asintió, pues ni siquiera era capaz de poder formular correctamente palabra alguna. Había estado tan emocionado y sorprendido de ver de nuevo a los Red Bull en persona que prácticamente su capacidad de hablar se había esfumado. ‘Deben creer que soy un tonto.’ Al inicio, trató de esconderse detrás de Oscar, quien parecía muy dispuesto a mantenerlo cerca suyo siempre, pero Checo había sido más rápido y lo había instado a sentarse junto a él en el sofá del driver room del australiano. ‘Ni siquiera nos sentamos separados.’ Yuki tenía tan cerca al piloto mexicano que no pudo evitar temblar un poco. Se sentía como en uno de sus sueños: él siendo cuidado por sus pilotos favoritos. ‘¿Sí me levanté esta mañana o ni siquiera es aún de día?’

“¿No crees que es genial, Max?” Preguntó el mexicano, buscando con una sonrisa la aprobación de su pareja. El neerlandés estaba apoyado en una de las paredes, observando curioso la interacción entre su pareja y el japonés. Sólo se encontraban ellos tres en la pequeña habitación, pues Lando se había llevado, forzosamente a decir verdad, a Oscar a pedir comida para los cinco. “Deben estar muertos de hambre, más tú Yuki, ¡ahorita volvemos!” A pesar de que el inglés había hecho un trabajo increíble al hacer ver natural aquella interacción, Max pudo notar que la sonrisa del de rizos había temblado un poco. ‘Lo hizo a propósito.’ El rubio quería agradecer a su amigo, pues había leído la habitación y se dio cuenta de que ambos Red Bull querían hablar un tiempo a solas con el ganador de la dinámica. ‘Se lo recompensaré más tarde, creo que aún venden ese pastel que tanto le gusta.’

“Creo que es asombroso.” Confesó el neerlandés, atrayendo la atención de ambos chicos. “Realmente lo es.” Aseguró, acercándose con pasos lentos hacia donde estaban sentados, agachándose para poder quedar a la altura del menor. “Hola, Yuki. Soy Max Verstappen, aunque creo que eso ya lo sabes. Vas a pasar los siguientes días con Checo y conmigo, ¿te parece bien?”

El nombrado se quedó mirando atónito al neerlandés. Sus manos temblaban, y no ayudaba el que el mexicano había pasado su brazo por encima de sus hombros, juntando ambos cuerpos en el proceso. ‘Todo se siente tan familiar, tan cómodo.’ Incapaz de poder hablar, simplemente asintió, sintiendo como su rostro estaba rojo por la vergüenza, pero también por la emoción.

“No tengas pena, Yuki. Díselo a Max, vamos.” Motivó el mexicano, sintiendo como su sonrisa crecía aún más al notar que las puntas de las orejas del japonés se ponían rojas. ‘Ay, es demasiado lindo, me recuerda tanto a Oscar cuando apenas era un rookie.’

Yuki se le quedó viendo al de ojos azules, sintiendo como su sonrisa temblaba en el proceso. “Me parece… Perfecto.” Aclaró, ganándose una sacudida por parte del castaño quien lo abrazó emocionado al observar su progreso. “¡Bien hecho, Yuki! Dios, eres tan lindo, ¿no crees que es súper adorable, Maxie?”

El neerlandés asintió, pues, a pesar de poder entender medianamente el idioma español, aún era incapaz de hablarlo fluidamente. ‘Lo máximo que puedo decir son frases que a veces no tienen sentido.’ Pero ya estaba mejorando, estaba en ello. “Bien, estamos muy felices que estés aquí con nosotros. ¿Te gustaría que te llevaramos a las instalaciones de Red Bull? Sería después de que comamos con Oscar y Lando, claro.”