capitulo cinco

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Lo que sea que eso signifique. Joder, me estoy volviendo loco.
A estas alturas estoy casi delirando de excitación, y tengo que
tragar mucho para evitar babear cuando el se levanta de nuevo . Está sosteniendo un teléfono que parece antiguo algo así. Levanto una ceja y frunzo el ceño.

-¿Qué demonios es eso? ¿Un artefacto de museo? -le
pregunto.

El se encoge de hombros, forzando una sonrisa vacilante que
casi me quiebra como un pedazo de gelatina. Ahora puedo decir
que este hombre es tímido por naturaleza, a pesar de la muestra
de su piel a vista es Tímido pero también valiente. Una voluntad
fuerte. Lo veo en el, en cómo se comporta.

-No quiero pasarme el día mirando un teléfono -dice,

encogiéndose de hombros otra vez y sosteniendo ese ridículo
teléfono como si fuera la Prueba A de la ley y el orden-.

-Miro fijamente suficientes pantallas en el trabajo. Y no voy a
renunciar a la televisión en casa. Así que algo más tenía que
ceder.

Algo tiene que ceder, de acuerdo, pienso mientras siento mi
propia sonrisa extendiéndose por mi cara. No quiero sonreír. He
pasado años entrenándome para parecer un hijo de puta de
mala muerte cuando estoy en el trabajo. Ayuda a evitar que un
delincuente intente cualquier mierda conmigo. No es que tenga
miedo de meterme en alguna mierda con un matón callejero. De hecho, me gusta hacerlo a veces, sólo para mantener mi ventaja,
para recordarme a mí mismo que puedo recibir un golpe y dar
dos a cambio.

Soy una bestia en una pelea, pero este chico con su
teléfono de juguete y su Honda azul me está convirtiendo
en un colegial bobo.

- ¡Cuidado, jeon! Ten mucho cuidado. Estás
en el trabajo aquí. Este trabajo es importante. -me digo a mi mismo

 -me digo a mi mismo

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HORNY BY A LIBRARIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora