El Lord de Sangre [La Princesa de las Tres Coronas 3]

Capítlo 6: Una nueva traición.

Tras aparecer junto a Lysander y hablar con él durante largo rato sobre cosas varias, la expresión de su rostro cambió brevemente. Fue entonces cuando lo noté, algo o alguien se acercaba a nosotros con paso calmado.

Nuestras miradas se encontraron con la duda grabada en ellas, el viento venía en la dirección opuesta desde la que venía quien quiera que fuese por lo que nos dificulaba el poder identificarle por el olor, por lo que tendríamos que esperar a que llegase hasta nosotros para averiguar de quién se trata.

— Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo Majestad, pero me parece que vamos a tener que esperar. — Dijo Lysander con la vista fija en un punto entre los árboles.

— ¿Tu aguda visión de hombre lobo te permite ver al que pronto será el nuevo integrante de nuestra reunión? — Pregunté con nerviosismo.

— Todavía no, pero si sigue acercándose al mismo paso pronto podré verle. — Contestó él girándose para dedicarme una sonrisa tranquilizadora.

— Mientras tú vigilas, voy a intentar ver algo con mi hechizo de ecolocalización. — Dije con una sonrisa y un suave asentimiento de cabeza.

Me posicioné no muy lejos de dónde Lysander se encontraba, alcé los brazos a ambos lados con las palmas hacia arriba, cerré los ojos y tomé una bocanada de aire.

Susurré el hechizo como había aprendido a hacerlo para que nadie pudiera notarlo salvo los que estuviesen avisados con antelación, y empecé a ver todo con claridad, incluso a aquellas criaturas que intentaban pasar desapercibidas entre el caos.

Minutos más tarde abrí los ojos de golpe, no terminaba de asimilar lo que había visto cuando Lysander se acercó a mí con preocupación.

— Has visto algo, ¿Qué es? — Dijo Lysander mirándome a los ojos mientras sus manos se posaban en mis hombros.

— Es él, es Byron. — Contesté con los ojos abiertos de par en par.

— Eso no es lo que te preocupa, dime de qué se trata. — Dijo Lysander sin apartar las manos de mis hombros.

— Es su aura, ya no brilla con el color con el que lo ha hecho siempre, ahora es totalmente negra. — Contesté intentando liberarme de su agarre para poder sacudirme de encima la sensación de odio que manaba del vampiro que venía en nuestra dirección.

Lysander me miraba preocupado pero no aterrorizado, sus ojos dejaban ver una calma que no cualquiera sería capaz de mantener en una situación semejante.

— Prepárate, dudo mucho que Byron venga con ganas de hablar después de lo que he visto en su aura. — Dije mirando a Lysander con seriedad.

— ¿Qué crees que quiere? — Preguntó él enfocando el punto por el que ya sabíamos que aparecería Byron.

— No sé qué es lo que puede querer, pero te puedo decir que ahora mismo solo busca pelear con un igual, esa ira que recorre su cuerpo no es normal. — Contesté imitando su gesto y preparándome para lo que estaba por venir.

Ambos nos pusimos en alerta, Lysander sacó sus garras de hombre lobo y yo desenvainé la espada preparada para cualquier cosa, nos miramos una última vez y asentimos preparados para la llegada de Byron.

Minutos más tarde Byron apareció de entre los árboles completamente enfurecido, sus ojos brillaban con un color carmesí que podía resultar hipnótico si permanecías mucho tiempo mirándolos. Su aura antaño púrpura como algunos atardeceres, era ahora negra como el carbón.

Esa mirada iracunda saltaba de Lysander a mí y viceversa, lo que provocó que ambos nos tensáramos como las cuerdas de una guitarra ante su escrutinio.