Capítlo 7: El fin de un sufrimiento.

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Tras el juramento de lealtad de Lysander y con Byron en algún lado del bosque, había llegado el momento de empezar a cerrar ciclos y lo primero que haría sería ir a buscar a Leliza y Gen para acabar con ellos.

Miré a Lysander que ahora estaba atado a mí por el juramento y rápidamente entendió que era hora de empezar a buscar a los humanos, por lo que se puso manos a la obra dando órdenes a sus súbditos.

Mientras Lysander hablaba con sus súbditos, yo contacté con Vaelorn, Alpha y Nymeria por nuestro canal telepático privado. Les conté lo ocurrido con Lysander y que debían dar nuevas órdenes a las tropas para que no intentasen atacar a los licántropos.

Al mismo tiempo le pedí a Alpha y Nymeria si podían pedirle a sus hijos que intentasen localizar a Leliza y Gen, ellos accedieron sabiendo que sus hijos tenían un olfato excepcional comparado incluso con los lobos más experimentados.

Las lobas Sapphire y Cyril tomaron una dirección y los lobos Ignitus y Syndel tomaron la contraria, con eso los cuatro hijos de Alpha y Nymeria empezaron a buscar a Leliza y Gen para que yo no tuviese que recorrerme el bosque entero buscándolos.

Una hora más tarde Sapphire y Cyril dieron con Gen y me lo hicieron saber a través de sus padres, una sonrisa afilada se dibujó en mi rostro en cuanto me dijeron dónde se encontraba, por lo que no tardé en encaminarme hacia allí seguida de Lysander.

Lysander caminaba a mi lado sonriente ante lo que estaba por venir, al parecer él odiaba a esos humanos tanto como los odiaba yo lo que me resultó curioso al no saber qué había pasado en el castillo de Byron después de que yo me escapase.

— Pareces deseoso de verlos caer. — Comenté mirándole de reojo.

— No sabes cuánto, esos dos me hicieron la vida imposible después de que recuperaras tus poderes y te marcharas de allí. — Contestó él con la ira bailando en sus ojos.

— Imaginé que ocurriría algo pero nunca pensé que fuese a darles por ti. — Dije sorprendida.

— Sabían que no podían ir contra Byron si querían conservar la cabeza sobre los hombros, por lo que optaron por atacarme a mí siempre que podían. — Explicó Lysander molesto.

— Deja que te ofrezca un trato, te dejo jugar con ambos pero cuando yo te diga que se acabó tu rato de juego pararás automáticamente y dejarás que yo sea quien dé el golpe final, ¿Trato? — Dije girándome hacia él con una sonrisa cómplice.

— Me parece un trato justo. — Contestó él devolviéndome la sonrisa.

Un rato más tarde localizamos a Sapphire y Cyril que tenían a Gen acorralado sin dejarle espacio para huir, ver a esas jóvenes lobas acechando a la presa de una forma tan increíble me hizo sonreír de orgullo.

— Lo habéis hecho magnífico, pequeñas, cuando crezcáis un poco más superaréis a vuestros padres. — Dije mirándolas con una sonrisa orgullosa.

— Majestad, ha sido un honor que solicitase nuestra participación. — Contestó Sapphire haciendo una reverencia.

— Por favor pequeñas, no me tratéis con tanta formalidad, podéis llamarme por mi nombre y no seréis castigadas. — Dije con una sonrisa amable.

— Pero mamá dijo... — Empezó diciendo Cyril un poco sorprendida.

— Se que vuestros padres os han inculcado que a la realeza hay que tratarla con excelencia, pero eso no se aplica a Vaelorn y a mí en vuestro caso, sois nuestras ahijadas asique no os preocupéis. — Contesté agachándome para que su rostro quedase a la altura del mío y acariciando sus orejas.

— Está bien Tía Althaea. — Contestaron Sapphire y Cyril al unísono.

— Lysander todo tuyo, pero recuerda el trato, cuando diga que pares es cosa mía. — Dije incorporándome y quedando con una loba a cada lado.

El Lord de Sangre [La Princesa de las Tres Coronas 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora