No comprendía a aquellos que se amaban pero no le intentaban. La interrogante de por qué no luchaban por adaptarse al otro me sofocaba.
Luego fue mi turno de vivir y sentir lo que solo en mis páginas deleitaba. Sentí el miedo de empezar la adrenalina de besar aquello que estaba mal. Jalar y cambiar era imposible de realizar, y los pensamientos que ni siquiera sabía cuánto podían asfixiar, y a pesar de que mi corazón rogaba solo por tenerte, mi cuerpo aún era conducido por mi mente que tenía claro que ya no... debía verte...
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Mi tinta negra
PoesíaDéjame narrarte tu mundo desde unos ojos de cristal... Poemas y rimas de distintos temas pocos tocados en la actualidad, desde alegrías hasta tristezas, dicha y dificultad, trazado de una manera que solo el corazón entenderá. - Si el corazón estuvie...