¡AleHeather! Vers. Clichés opuestos.

Capítulo cinco: ¡Noche de Brujas!

Heather se despertó primero, mirando su telefóno ya que lo mal que le fue en el trabajo ayer y todo el placer que tuvo que dar le revolvió la cabeza.

Vió la fecha y día de la que estaban hoy.

- Jueves treinta y uno de Octubre... -Justo de que la mujer terminará de decir eso, Alejandro desperto de golpe como si hubiera fingido estar dormido todo el rato.

- ¡¿Ya es Hallowen?! ¡Ayyy, que emoción que tengo! -Dijo Alejandro como un pequeño niño emocionado, hasta abrazando a su mujer y dandole un beso en el rostro.

- Si que te gusta mucho Hallowen, mi amor. -Múrmuro Heather con una sonrisa, disfrutando de la cálidez del cuerpo de su hombre.

- ¡Llevaba meses contando los días que faltaban para mi festividad favorita! Siempre que era Hallowen, mis hermanos y yo teniamos una cámara donde grababamos eventos "especiales", cada vez que era Hallowen, grababamos e ibamos a casas ajenas en la madrugada y tocabamos los timbres y saliamos corriendo... Esa vez casi muero ya que un señor con una edad mayor aparecio con una escopeta y empezó a dispararnos, me caí y casi cae una bala en mi hombro... Pero José me salvo... Que recuerdos tan memorables.

Heather se sintió preocupada luego de que Alejandro le dijiera eso. Ella se acercó a él y le acarició la mejilla.- Mi amor... ¿Estuvistes bien luego de eso? No me imagine el pánico que sentistes al casi caer herido gravemente.

- Oh, no te preocupes, amada mía. Luego de eso fui a su casa y le tuve que dar los dulces que habia recolectado en forma de disculpa... De una forma muy extraña se volvió un mejor amigo mío, pero cinco años después de ello murió de un paro cárdiaco... Era un buen hombre.

- Me imagino...

- ¡Oh, mi amor, no te conte, pero mis padres me llamaron el día que fuistes a trabajar! No cuando tuvistes una mala jornada. ¡Y me dijieron que en Hallowen querian que los visitara, y que fuera contigo!

Heather se sorprendió ligeramente, aunque a la vez se puso un poco nerviosa, ya que iba a ver a sus "suegros". Y no sabia si ellos la iban a ver de una buena manera o no.

Pero no quizo decir que no a la propuesta.

- Bueno, me encantaria estas ahí. Entonces, sí, voy a ir contigo, mi amor. -Dijo Heather, con un tono dulce y calmado, una sonrisa amable en sus labios.

Ella sintió como la abrazaban ligeramente y le daban un beso en la mejilla.

- Gracias por aceptar, mi amor... ¡Oh, de seguro que ellos te amarán como eres! -Dijo Alejandro emocionado.

- Ojalá... -Heather dijo eso en voz baja; estaba nerviosa de que pensarian los padres de su querido novio al ver a una mujer común como ella.

Sin embargo, aunque ella lo haya dicho en voz baja, Alejandro la escucho como si se lo hubiera dicho en la cara.

- Amor, no pienses que les vas a caer mal a mis padres. Ellos de seguro te van a querer muchisímo, cree en mi, mi amor. -Alejandro besó las manos de Heather, acariciandolas con sus manos.

Heather sonrió ligeramente, le encantaba y amaba que su novio sea tan bueno con ella.

Le mujer decidió cambiar un poco el tema.- Oh, por si acaso, también iré por qué hoy no trabajaré, Cody se ofreció para continuar mi trabajo.

El hombre sonrió suavemente, acariciando la mejilla de su mujer mientras la miraba con adoración y amor.- ¿Entonces eso fue para tener tiempo para nosotros?

- Sí, queria estar con mi adorado novio y pasarla muy bien. -Heather beso la mejilla de Alejandro, notando como este se sonrojaba ligeramente y apartaba la mirada. La mujer soltó una suave risita al notar como él reacciono.