Capítulo cuatro: Una mala jornada.

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Heather se levánto a la misma hora que se habia levantado ayer, estirandose suavemente. Solo que no habia despertado sola, ya que Alejandro se levánto con ella.

- Buenos días, mi amor. ¿Cómo dormistes? -Le dijo Heather a Alejandro, acariciando su cara suavemente y le besó la frente con suavidad y cariño.

El hombre se sonrojó levemente, mirando a su novia con amor y admiración.- Sí, dormí muy bien... Sobre todo cuando estuve acurrucado contigo, mi amor...

Alejandro abrazó a Heather suavemente, oliendo su perfume y mirandola con adoración y amor.

Se sentía tan bien con ella, cada momento y segundo que pasaba con su mujer era como estar con un precioso ángel.

Aunque aveces sentía que ella era demasiado para él.

Ella era... Tan amable, preciosa, empática, linda, amigable, bonita... ¿Y él? Solo un hombre que estaba obsesionado enfermizamente por ella.

Aveces sobrepensaba un poco sobre ello y se preguntaba si realmente era algo tan valioso e importante para su mujer.

Después de abrazarla, se alejó un poco, solo tocando sus manos y acariciandolas.

La asiática miró la forma en la que su hombre actuaba, se sintió preocupada por él y quizo abrazarlo suavemente.

- Mi amor, ¿estás bien? ¿Tienes algún problema? Puedes contar conmigo si te sientes mal.

- U-Umm... -Alejandro tartamudeo suavemente, sintiendo el agradable abrazo que le dió su mujer a él.

- Dimélo, amor. Cuentame tu problema, puedes desahogarte conmigo.

El hombre se acúrruco contra el cuerpo de su mujer, abrazandola y apretandola contra él.

- Mi amor... ¿Tú... Tú me amas de verdad?

- ¿Qué clase de pregunta es esa, mi amor? Es obvio que te amo. Eres lo más importante para mi y nunca te dejaria.

- B-Bueno, eh... N-No me siento muy bien conmigo mismo estos días.

- ¿A qué te refieres con eso?

Alejandro soltó un suspiro tembloroso, tratando de relajarse y no actuar "cómo un llorón" frente a ella, no le gustaba llorar, se podría devur que lo odiaba; sobre todo con alguien mirandolo.

Levánto la mirada suavemente, viendo esa preciosa faceta facial que tenia ella.

- Lo que quiero decir es que... Me siento muy inseguro con mi... Personalidad... Y un poco mi cuerpo.

Heather se preocupo más y se puso triste por su novio. Le agarró la cara suavemente y la acarició muy suavemente.

- Mi amor... No digas eso, tu eres perfecto, lo más lindo que han visto mis ojos.

- Sé que tu me quieres... P-Pero... Últimamente me pregunto si soy lo suficiente bueno para tí... Ya que tu eres tan amable, linda, bonita, inteligente, cárismatica... Y yo solo soy tu novio.

Heather se apenó mucho por su novio, acarició su mejilla y beso su frente.

La mujer empezó a recitar unas palabras que hizo que Alejandro la amará más y sus inseguridades se desvanezcan casi por completo.

- Mi amor... ¿Quién crees que es mi inspiración para hacer cosas nuevas cada día? Tú lo eres. ¿Quién crees que es la persona que le regale un ramo enorme de flores en nuestro día de aniversario? Tú fuiste esa persona. ¿Quién es la persona la cual le regale un anillo con una perla negra y la persona con la que fuí a un paseo al lugar más misterioso para su cumpleaños para que lo disfrutara? Tú eras esa persona. ¿Quién es la persona que amo cada día y me gusta pasar el tiempo con esa persona? Eres tú, mi amor.
¿La persona que te acepté como era y la amé a más no poder? Tú. ¿Sábes porqué te amo tanto? Por qué fuistes una de las primeras personas que me amó de verdad sin importarle como era en el pasado. Te amo, Alejandro... Te amo muchísimo y quiero pasar tiempo contigo en todo momento.

¡AleHeather! Vers. Clichés opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora