Capítulo dos: Compañia del otro.

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Heather y Alejandro estaban caminando por un precioso lago, disfrutando de la compañia del otro mutuamente. El hombre estaba agarrando el brazo de su mujer y se engancho en el como si fuera una imán, queriendo sentirla a su lado.

Siguieron caminando unos momentos, hasta detenerse en medio camino, donde estaba la mejor vista de aquel precioso lago.

- Es tal lindo esto... -Múrmuro Alejandro, mirando a su mujer y admirandola cada momento.

- Sí... Es super lindo... Y es mejor cuando estas aquí conmigo, amor mío.

Pudo ver como las mejillas de su hombre se volvian rojas, poniendose levemente nervioso y mirando hacia otro lado, tratando de que su mujer no lo viera así.

Pero en un movimiento inesperado, Heather se inclino frente a Alejandro, visiblemente nerviosa.

El hombre miró como su mujer se inclinaba hacia él, y se pregúnto internamente que iba a hacer.

La mujer asiática suelta un suave respiro tembloroso, y miró a su hombre con adoración y algo de preocupación.

- Mi amor... Hemos pasado estos últimos meses muy unidos, y cada mes, semana, día, hora y segundo te quiero mucho y mucho más. Eres una persona muy importante para mí y ojala los próximos meses y años nuestra relación vaya mejorando...

Alejandro sonrío con adoración, no pudiendo creer que su novia sea tan amable y linda con él.

Aunque no se esperaba lo siguiente.

Heather fue sacando algo de su bolsillo lentamente, sin dejar de que su novio pueda presenciar lo que era.

- Quiero pasar la eternidad contigo y que seamos felices ambos con el uno y el otro... Pero te quiero pedir algo muy importante...

Lo que se pudo presenciar, era una pequeña cajita, y al momento que Heather la abrió, Alejandro no pudo creer lo que era.

Era un hermoso anillo de oro con una perla negra en el centro, simplemente era muy bello. Heather recitó las últimas palabras.- Alejandro Burromuerto... ¿Te casarías conmigo, y pasarías los próximos años conmigo, amandome? ¿Te gustaría tener nuestra propia familia los siguientes años y que seamos un matrimonio feliz y adorable los próximos años?...

Alejandro casi estalla de la emoción, se quedo sin palabras por un minuto, las lágrimas de felicidad acumulandose en sus ojos y sus labios temblando visiblemente.

Finalmente, acepto gritando de alegría.- ¡Acepto, acepto infinitas veces! ¡Quiero ser tu esposo y pasar la eternidad contigo que ser el hombre más feliz de mundo! -Se abalanzó sobre su mujer, dandole besos por toda su cara y abrazandola muy fuertemente, sollozando en su hombro.

Alejandro despertó de su sueño.

Heather estaba sentada al borde de la cama, vestida y arreglada.- Buenos días, mi amor. ¿Cómo dormistes?

- Yo... ¡Dormí muy bien!... -Alejandro se sentía algo deprimido; el sueño que habia tenido se vió tan real que hasta se miro sus manos, buscando si tenía un anillo puesto.

Hasta le revisó las manos a su mujer, tomandolas suavemente y examinandolas.

- Oh, solo estoy viendo tus preciosas manos... Son muy hermosas.

- Gracias por tus lindas palabras, mi amor... Levántate rápido, tengo el desayuno preparado. -Heather acarició la mejilla de su novio, besando suavemente su frente.- Te espero abajo.

- Ya voy... Esperáme un momentito.

Cuando Heather bajo las escaleras, el hombre se quedo pensando un poco sobre ese sueño que tuvo... Se sintió tan real; el toque de su mujer, esas preciosas palabras que le recitó... El hermoso anillo que le dió. Todo se sintió tan real que le hubiera encantado seguir durmiendo; aunque hubiera sido un "simple" sueño.

¡AleHeather! Vers. Clichés opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora