Park Jimin, es un hombre de 29 es padre soltero, su amada esposa falleció durante el parto, una noche tiene un pequeño altercado en un antro donde un guapo hombre le ayuda a salie de ahí, con el tiempo se entera que esa persona que lo salvó, es un m...
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Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe, terminé mi turno esta noche y mañana me toca descansar, así que es una gran idea ir a un bar con mi mejor amigo, Kim Taehyung, íbamos entrando a un antro muy conocido en Itaewon, y juntos nos sentamos en la barra.
—¿Que se te antoja tomar, hermano? —pregunta mi amigo.
—una piña colada está bien ¡Con dos dedos de vodka, por favor!—le dije al barman.
— ¿Y tú?—me preguntó Tae.
Pero yo no pude responder a su pregunta, no cuando estaba viendo al chico más sensual de todo el lugar, se movía lentamente al compás de la música, esos pantalones ajustados en color negro, se ajustaban muy bien a su espalda baja, su camisa pegadita a su torso un poco transparente, dejaba ver muy poco a la imaginación, pero en él, lucía muy sexy, su cabello castaño parecía ser suave al tacto.
Todo se fue al carajo cuando conectamos miradas, esos bellos ojos avellanas me impactaron, su boca jugosa dueña de unos labios carnosos que eran un poema al erotismo me llamaban, su figura se acentúa muy bien en sus caderas al bailar de esa forma tan sensual, provocándome con cada movimiento se su cuerpo.
La voz de Taehyung me sacó de mis pensamientos pecaminosos, en dónde yo le quitaba la ropa a ese ángel tentador y lo hacía mío hasta llorar de placer.
—¡¡¡JEON JUNGKOOOOK, PÉLAME MINÍMO, PARPADEA!!!—dijo muy enojado.
—Es hermoso—dije entre suspiros— ¡Míralo Tae! ¡Que belleza por dios! Tiene que ser mío—dije sin poder quitarle la vista de encima.
Él volteo a ver a dónde yo tenía mi vista clavada. Y cruelmente me dijo.
—ni si quiera lo pienses, es Park Jimin y se cree un puto dios en todo el lugar, olvídate de él, además, ese chico no es gay.
—es mi idea o... ¿Ese comentario estubo muy fuera de lugar?—dije de broma.
—puedes pensar lo que tú quieras hermano, pero creeme, que Jimin no es gay—acotó muy serio.
—hablas de él como si lo conocieras, ¿Que te traes, tigre?—dije curioso.
Le dije así, porque desde niños, el me dice conejo y yo tigre, si suena estúpido pero así es nuestra amistad.
—pues si—aseguró—si lo conozco, estuvo casado con la hija del director del hospital donde trabajamos nosotros, bueno, más bien, dónde trabajas tú y yo estoy haciendo mi pasantía.
