Cap 11. Tentación

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Pov. ⒶⒹⓇⒾⒺⓁ

¡¡Lo está besando!! Nunca había experimentado esto; siento arcadas, rabia, enojo... celos, fastidio, y ¿ya mencioné enojo?

Un momento, ¿dije celos? Yo, Adriel, Príncipe de los Ángeles de la Muerte, ¿celoso de una mortal chillona, fastidiosa y... y... bella?

Sí, sí, estoy celoso. Nunca me había pasado, y los besos con Phoenix me han transportado a lugares increíbles y han despertado sentimientos que no sabía que los ángeles podíamos sentir.

No lo soporto y voy a pellizcarla. Ella de inmediato lo suelta, y él se disculpa.

—Lo siento, preciosa, quería hacerlo. —Ella no dice nada, pero yo sí.

—No se te haga costumbre, imbécil. —Ella me ve y niega.

En el camino a casa, este imbécil no deja de acariciarla, pero soy astuto, y aunque él la toque, me acomodo en medio de ellos, aunque solo mi "Cosita" pueda verme.

Un momento, dije "mi Cosita". Definitivamente estoy muy celoso; no sabía que era posesivo... ¡Guau!

Me sorprendo de mí mismo. Gracias al cielo, el imbécil se va, y ella corre a su habitación, pero antes de que llegue, yo ya estoy ahí.

Me tiro en mi rincón preferido, y cuando ella abre la puerta, miro el reloj y le digo:

—Por fin.
—¿Por fin qué? Si estabas conmigo, pareces garrapata y no ángel —me dice ella con cara de enojo.

—¡Te dejaste besar por ese idiota, Phoenix!
Sí... ¿no es maravilloso? Esa era el plan, ¿no? —pregunta ella emocionada, y yo, por una de las pocas veces en mi larga vida, callo.

Bueno, ya te divertiste; ahora a trabajar. —Y de inmediato me la llevo.

Esta vez no viajamos al pasado; hay un alma de un bebé que quiere despedirse de su madre.

Phoenix entiende y crea el lazo; no tarda mucho en descansar el bebé. A lo largo de la noche, la tengo trabajando.

Ay, ya, esto es explotación laboral, estoy cansada —dice ella y se tira. No hemos llegado a casa; se tira en una acera de una calle en 1986.

Ok, te llevaré a casa... —contesto cuando ella me interrumpe.

No, espera, ¿por qué no me muestras cómo se divierten en Afora? —Se levanta de inmediato y me abraza del cuello, prácticamente se me cuelga.

Sí, sí, di que sí. Tú sí has ido a fiestas mías —dice, y tiene razón.

Bueno, hoy mis hermanos y hermanas, y otros más, se reúnen en un bar. Es algo diferente, pero podría llevarla.

Está bien, chillona, pero deberás darme algo.
—¿Qué? ¿Pero por qué? ¡Ya te ayudo mucho! —se queja ella, pero yo niego y le digo que es el precio.

Ok, pero eres un usurero. —Sonrío, y de inmediato aparecemos en Afora. El bar se llama Tentación y está lleno de seres: hadas, brujas, ángeles, demonios, elfos, vampiros y hasta hombres lobo.

Vaya, Adriel, esto es impresionante —dice ella, que se ha cambiado a un vestido rosa y se ve increíblemente hermosa.

Cuando llegamos al bar, mis hermanas se sorprenden y sonríen emocionadas; prácticamente la abordan como si fuera una muñeca nueva.

—¡Oh, Adri, es hermosa tu novia! —dice Adara, un ángel de la pureza y belleza espiritual.

Sí, es hermosa. ¿Qué es, una bruja? —pregunta ahora Evelin.

No, no lo soy... o bueno, no creo —contesta ella.

Bueno, chicas, déjenla respirar. Ella quería conocer Afora y saber dónde nos divertimos, no que la ahoguen con preguntas —intervengo.

No, Adara, no es mi novia. Y no, Evelin, no es una bruja; ella es Phoenix, un ser especial y punto.

Al cabo de un rato, mis hermanas y ella se integran. Pido un martini y me relajo viendo cómo mis hermanas llevan a bailar a Phoenix, quien lo hace espectacular.

Pero mi relajo se acaba cuando veo llegar a Aziel y Zachariel, mis hermanos, quienes se maravillan con ella; claro, solteros y ante una belleza como ella.

Me levanto de inmediato e intervengo.

—¡Hey, hey! ¿A dónde van? Ella es mía —les digo, y Aziel, con voz burlona, me responde.

No lo creo, hermanito. Primero, si fuera el caso, el que le pertenecería eres tú a ella, no al contrario. Y segundo, ya tienes dueña... —dice Aziel burlón, y lo peor es que Zachariel empieza a toser y dice "Gomory". —¡Achú, Gomory! ¡Achú, Gomory!

Son unos imbéciles. Me liberaré de ese compromiso, eso lo juro; prefiero ser esclavo de Lucifer.

Tomo a Phoenix de la mano y me desaparezco con ella.

Oye, ¿por qué me trajiste aquí si la estaba pasando bien? —ella me reclama.

Quería mostrarte esto. Mi guarida secreta... —Ella observa el lugar y se maravilla.

Ohh, Adriel, esto es... increíble. ¿Vienes seguido aquí?
No oíste; es mi guarida, no traigo a nadie aquí, eres la primera —le confieso. Pero definitivamente, Phoenix es tonta o se hace; no entiende un cumplido o tal vez una indirecta.

—¿Y por qué me trajiste si para ti soy la chillona, fastidiosa? Te he escuchado —me dice. Empiezo a dar pasos acercándome a ella. Ella está en los ventanales de la habitación, es un lugar encantador, la cima de Afora; es como estar adentro y afuera al mismo tiempo.

La habitación está rodeada de paredes de cristal oscuro, casi obsidiana, que se vuelven translúcidas al tocarlas, permitiendo ver la inmensidad del espacio. Las paredes están hechas de vidrio y energía pura, tan cristalino que refleja tanto el interior como el vasto exterior cósmico que la rodea.

Desde el centro de la sala, Phoenix puede ver cómo el horizonte se despliega en un espectáculo majestuoso de constelaciones desconocidas y nebulosas en tonos de azul, violeta y ligeros toques dorados.

Las estrellas se mueven de forma lenta y elegante, formando patrones que casi cuentan historias ancestrales.

Ella deja de observar el horizonte y me ve, y se encuentra con mi mirada.

Llego a ella.
Porque eres especial, Cosita —le acaricio su rostro, paso mis manos por sus labios.

Son suaves y apetitosos; mi corazón late con fuerza. Deseo besarla, y sin saber realmente lo que estoy haciendo, me aproximo más y uno mis labios a los suyos. Ella se queda quieta, pero con mis brazos la abrazo, y ella corresponde mi beso de manera única y especial.

Cuando el aire nos falta, me separo de ella y sonrío cuando la veo deseosa de más de mí.

Mmm ya, te falta práctica, pero te defiendes —le digo en forma de burla, y ella me mira con esa mirada de póker.

—¿Qué?
Era una prueba. No me has besado muy bien últimamente, pensé que no sabías; lo haces regular, debes practicar —le digo, pero me sorprende cuando ella se enoja y me jala hacia ella, prácticamente devorando mis labios.

Así —me dice sin más, y me besa.


•••☠𝓪𝓷𝓰𝓮𝓵乂𝓸𝓯乂𝓭𝓮𝓪𝓽𝓴☠•••

ÁNGEL OF DEATH ¡Enamorado.!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora