capitulo 1: Empieza la incursión a la guarida

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La escena se abre en un bosque,  frondoso, vasto, lejos de la civilización, la luz del sol está desapareciendo entre los gruesos y abundantes árboles, los sonidos de ranas y eventual graznido de un ave resuenan alrededor, en medio de este solitario y misterioso ambiente, hay un grupo de cuatro aventureros, reunidos frente a una oscura y amenazante cueva. Las sombras proyectadas por la antorcha se entienden al interior, realmente no proporcionando una clara vista del terreno

El paladín, un semi orco que va por el nombre de Lumubir greatheart,  relativamente alto, de hombros anchos y armado con una espada masiva, seguramente colocada en su funda, suelta un suspiro exasperado.  —¿Estamos seguros de que esta es la entrada a la guarida de la bruja? No siento nada... siniestro aquí.—

El bardo llamado Galen Goodtime, un humano de cabello corto, marrón y rizado, lleva una vestimenta colorida y decorada con campanitas y bordados, con un laúd colgado a su espalda. Cruza los brazos, con los ojos entrecerrados. —Según la información de la taverna, sí. Está debería ser una entrada secreta.—

—Debimos investigar más.— Comenta el paladín.

El bardo rueda los ojos. —Te lo dije pero andabas de desesperado y ésto fue lo que salió. Es esto o retroceder kilómetros a través del bosque. Yo digo que nos arriesguemos, ya estamos aquí.—

A su lado, la pícaro, Seris softbottom una medio elfo, de baja estatura envuelta en ropas oscuras, suspira —Preferiría darme unos golpes en la pared antes que escuchar sus discusiones.—

El clérigo, Cedric, solo Cedric, también humano, está vestido con una brillante túnica blanca, adornada con símbolos sagrados, da un paso adelante, su voz calmada pero firme. —Suficiente. Venimos aquí por una razón. Ahora, decidamos.—

A medida que el debate entre el grupo se intensifica, la escena cambia, alejándose para revelar una acogedora habitación moderna.

(En la realidad)

Alrededor de una mesa de madera, cinco amigos se sientan, cada uno inclinándose sobre hojas, mapas, dados y pequeñas figuras pintadas. El maestro del juego, una joven coreana con cabello rojo intenso y gafas redondas está al frente de la mesa, oculta detrás de una carpeta, cubierta por una aglomeración de hojas, notas y todo lo que tiene preparado para la campaña, observando con una sonrisa comprensiva.

El jugador del paladín habla, todavía atrapado en su personaje: —En serio, ¿cómo sabemos que este es el lugar? Siento que nos faltan pistas…—

El jugador del bardo se ríe. —Mira, ya estamos aquí, bien podemos entrar, si no es el camino, solo salimos y regresamos, nada más perdemos tiempo y si es, nos ahorramos todo ese tiempo.—

Pero el jugador del paladín frunció el ceño aún indeciso. Hasta que el jugador del bardo, en un tono burlón dijo; —¡Solo admítelo, tienes demasiado miedo de entrar!—

—Tiro para convencerlo.— Declara el jugador del bardo, mirando a la DM.

Sonriendo, Lily la DM asiente. —Los dos.—

Con todos los ojos puestos en los dados, el jugador del paladín tira primero sobre la mesa.  Este cae -1- fallo crítico, mientras que el bardo alcanza 8, esto sin contar sus bonos.

El grupo estalla en risas y vítores, y la DM junta las manos con deleite.

—Bien.— anuncia <Tus dudas quedan completamente disipadas, aunque no estás seguro si es porque confías en tu compañero o simplemente no quieres que te vean como un miedoso. Así que, con determinación y orgullo, entran en la cueva…>

(Juego)

Lily <De vuelta en la cueva, ustedes , valientes y seguros aventureros caminan en la fría y húmeda oscuridad, su camino solo iluminado por la tenue luz de la antorcha. Estalactitas cuelgan desde arriba como dientes afilados, las sombras de éstas parecen bailar en las paredes conforme las pasan.>

La bruja del café: especial de HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora