Jueves, 11:00 pm
GÉNESIS...
No era común verme un jueves en el bar, normalmente me dedicaba a cuadrar estadísticas en la empresa hasta tarde y luego iba a casa con Ethan: mi perro.
Lo sacaba a mearse en cualquier acera de la ciudad como solamente él sabía hacerlo, además de perseguir a todo gato o animal de cuatro patas que se interpusiese en su camino.
Luego subía a mi apartamento con la idea en la cabeza de sentarme en el ordenador a adelantar algún rollo del papeleo, siempre terminaba con el rostro encima del teclado por el cansancio.
Pero después de un duro día de trabajo y aún sin encontrar a la asesora de diseño perfecta para el próximo evento de mi marca, mi subconsciente me hizo marcar el único número de mis llamadas favoritas.
-Oye idiota, ¿estás libre?-
-Hola Gen, yo también te adoro amiga mía-
-¿Puedes dejar de ser imbécil por un día?-
-¿Podría Génesis Gibson ser cariñosa al menos un día?-
-Sabes que no-
-Entonces sí, sí estoy libre, a menos que tengamos algún plan, obvio-
-Nos vemos donde siempre-
-Ni de coña pienses que te recojo borracha como cada finde-
-Que va, solo quiero relajarme-
-Ujum, bueno como sea, ya salgo y...
-Oye Will, yo también te quiero, solo que...ya sabes, no soy de mucho expresarlo-
-Nos vemos, cariño-
Colgué la llamada lanzando el móvil a la cama y de una vez, dejando caer mi trasero en el borde de esta al mismo tiempo que suspiraba profundo.
-¿Tú que me ves?- Ethan meneaba su cola sentado frente a mí, respondiéndome con un ladrido- Ya sé que tengo que regresar con la cordura intacta hoy ¿vale?-
Besé su hocico y tomé mi chaqueta, el móvil y las llaves de la moto. Pero antes de cerrar la puerta volví a asomar la cabeza.
-Oye Ethan...si alguien intenta entrar estás autorizado a cogerlo como cena-
Lo próximo fue el sonido estremecedor del gran golpe que dejó mi salida del apartamento.
???
La mesa de siempre en el VIP era nuestro lugar favorito. No soy para nada antisocial, pero debo reconocer que tanto personal ante mis ojos puede llegar a agobiarme, además, soy de las personas que si necesita una mano derecha empieza utilizando su brazo y cuando necesite la izquierda...pues para eso está mi mejor amigo.
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El espacio en blanco
RomanceAllí la vi otra vez, como si el tiempo no hubiese pasado. Como nuestras vidas no hubiesen cambiado. Yo lo suficientemente idiota, mirando cada detalle suyo como la primera vez. Ella lo extremadamente inocente, sin saber que había aterrizado en un ni...