Mi madre está cada vez más grave.
Mi tía solloza y me abraza, me dice que hay que aceptar la voluntad de Dios, porque Él sabe lo que es mejor para cada uno.
Pero yo no quiero aceptar su voluntad.
No la voy a aceptar.
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Dulce, dulce sueño de venganza
HorrorJulio tiene once años, y una creciente desesperación. Más grande, sin embargo, es su rabia...
V
Mi madre está cada vez más grave.
Mi tía solloza y me abraza, me dice que hay que aceptar la voluntad de Dios, porque Él sabe lo que es mejor para cada uno.
Pero yo no quiero aceptar su voluntad.
No la voy a aceptar.