Grupo de los pretty setters | Haikyuu

Capítulo 14:

Oikawa y Hinata salieron del gimnasio para ir directo a la enfermería.

Cuando llegaron, una mujer de cabello castaño y gafas los atendió. Tooru le explicó que Hinata solo tenía un malestar estomacal y que no era nada grave, que solo necesitaba algo de reposo y estaria mejor. Después ella los dejó ir a la camilla para que el menor pudiera descansar.

—Bien... —Oikawa se sentó en la esquina de la cama—Tengo una pregunta.

Hinata miró al colocador—¿Cuál?

—¿Porque evitas a Tobio-chan?

Hinata hizo una mueca y miró a un lado—No lo evito.

—Si lo haces—acusó Tooru rodando los ojos.

—Si, es que... —Hinata cubrió su rostro con ambas manos—Me da mucha vergüenza verlo, después de eso...

Oikawa comenzó a reírse de manera estruendosa mientras que Hinata parecía volverse un tomate.

—Bueno... no importa—miró a Hinata y sonrió—Ahora sí... a lo que vine. Tienes que prometerme algo, prometer sería poco. ¡Júramelo!

El pelinaranja ladeo la cabeza. No comprendía nada.

—¡Júrame que tu bebé se va a parecer a ti!—exclamó—Un Tobio ya es suficiente, me niego a que se parezca a él.

—Pero... yo quiero un mini Kageyama—dijo Hinata con un puchero en la boca.

Oikawa hizo una mueca de desagrado—Mejor busquemos nombres, en lo que estas en reposo.

Tooru sacó su teléfono de su bolsillo, y ambos comenzaron a ver nombres para niños en internet, empezaron a buscar las opciones que les parecían más lindas, y tenían pensado que Kageyama decidiera la opcion que más le gustara.

—Kageyama, deja de fruncir el ceño—murmuró suga, quién se acercaba a su lado acompañado de Atsumu.

Tobio relajó su expresión.

—Quiero verlo—murmuró.

—¿A quién?—pregunto Atsumu.

—Yo te acompaño—interrumpió una voz detrás de ellos.

Los tres miraron a Iwaizumi, quién se acercaba después de terminar de recoger la red de voleibol y guardarla.

—Bien—dijo Kageyama y ambos fueron a la enfermería.

El rematador y el colocador caminaban juntos por los pasillos. Ninguno dijo nada para romper el ambiente, esto les hizo extrañar a su parejas, quienes se llevaban mejor que ellos dos.

—Oye Kageyama, tengo una pregunta.

Iwaizumi porfin habló, Kageyama asintió en señal de que podía continuar.

—¿Tu y Hinata lo hicieron, verdad?—preguntó mirando al menor de reojo.

Kageyama se sonrojó por la repentina pregunta. ¿Acaso habían sido muy obvios? No puede ser, pensó.

—S-si—susurró.

Iwaizumi solo asintió comprendiendo ahora mejor la situación, aunque debía admitirlo, todo era muy gracioso. Oikawa en verdad parecía un niño pequeño jugando con sus amigos de primaria.

Cuando llegaron a la enfermería, vieron a la enfermera en el escritorio. Ella levantó la vista y les dedicó una sonrisa a los chicos.

—¿Vienen por su amigos?—se levantó tomando su libreta—Están en las camillas de allá—señaló con su mano y después salió de la habitación dejándolos solos.