A pesar de lo que le estaba ocurriendo prefirió no contarle a nadie, menos a Gyuvin, ya que estaba seguro que su primera respuesta sería decirle que estaba enamorado de ese chico, cosa que hacía que se le revuelva el estómago con sólo pensarlo.
El problema vino después cuando cada vez que Yuna quería tener sexo, este se resignaba e inventaba alguna excusa para que no suceda nada, cosa que logró que ella empezara a dudar.
Pedía explicaciones pero él no se las daba y siempre se trataba al hablar, haciendo que la pelinegra sospeche aún más de una cierta infidelidad por parte de su novio, y sus sospechas se volvieron ciertas cuando se quedó despierta por la noche a escuchar lo que este balbuceaba.
—Ha... Han... Haneul... estás tan apretada...
Sus jadeos impactaron fuertemente a su novia quien no pudo dormir todo lo que quedaba de noche. No era la primera vez que sufría una infidelidad y esta vez no lo iba a dejar pasar como antes.
A la mañana siguiente, cuando este se metió a bañar, ella aprovechó para desbloquear su celular gracias a que este le dio su contraseña y empezó a revisar todas sus conversaciones en todas las aplicaciones de chats que tenía.
Notó como la segunda persona con la que tenía un chat después de su amigo era una tal Haneul. Abrió los mensajes viendo como Hanbin era quien siempre iniciaba la conversación, incluso sus últimos mensajes eran ayer en la noche, sólo que ella no le ha contestado aún.
—Maldito infiel... —agarró su celular con rabia y esperó a que se saliera de bañar
—Mi amor, no me dijiste que venías
—¿Para qué te voy a avisar? —frunció el ceño —¡¿para que llames a esa maldita perra a tu casa?!
—¿Cómo dices?
—¡Lo sé todo, Sung Hanbin! —le mostró su propio teléfono con la conversación abierta —¿cómo pudiste hacerme esto?, yo te di todo mi corazón ¿y así es como me pagas?
—Amor, te juro que no es lo que piensas —trató de hacer que la escuche, pero ella ya había empezado a llorar —Yuna... ella no es una chica, en realidad es un hombre
—¡Pues creo que es mucho peor!
—¿Peor?
—¡Eso significa que eres gay!, y me usaste para darte cuenta de eso
—No, claro que no, no soy gay, es sólo un chico que me mintió, me hizo creer que era una chica y luego me enteré que no
—¿Y porqué carajos le escribes, Hanbin?, si no te importara no tendrías ninguna intención en saber lo que hace, ni siquiera te sigue y tu sí, ¿por qué Hanbin?
—Yo... —ya no supo que decir —yo...
—¡Es todo! —suspiró —vete a la mierda, ¡no te quiero volver a ver en mi puta vida!
—Yuna, Yuna, ¡espera! —trató alcanzarla pero ya había salido fuera del departamento y él no iba a seguirla en toalla por todo el pasillo, y para cuando se terminó de cambiar, ya no estaba —¡¡JODER!!
Cerró la puerta derrumbándose en el suelo frío con pesadez, nada podía ir peor que esto, pero toda la culpa la tenía Haneul. Por existir.
Estaba enojado, quería llorar, morir o desaparecer, esta última semana había sido horrible en todos los sentidos, y a pesar de no haber visto en persona a aquel chico, parecía que sí por todos los sueños y alucinaciones que tuvo de él.
Necesitaba hablarle y desquitarse, así que tomó sus cosas y fue ahí esperando que aparezca, en algún momento y si no lo hacía le daría de todos modos. Pero en su mente, toda su culpa era de él y necesitaba decírselo a la cara.
—Buenas tardes, ¿qué desea pedir?
—Me trae tres botellas de soju, ¿por favor?
—Claro que sí, ¿algo más?
—Sabor fresa
—Bien —sonrío —enseguida se los traigo
La camarera se alejó del joven quien observaba en su celular las pocas fotos que se había tomado con Yuna. Al menos no se la había presentado a sus padres aún, se sentiría muy mal sabiendo que les contó de alguien con quien terminó a las dos semanas.
La mesera llegó con las botellas de soju y Hanbin se sirvió una en un vaso empezando a tomar con leve tristeza, pero el sabor era bueno, eso era lo importante. Sin embargo, se percató de algo, ya eran más de las seis y Hao no aparecía. Probablemente no vendría.
—Más soju para mí, entonces —dijo volviendo a servirse más, tratando de verle el lado positivo a las cosas
[🌸]
Por otro lado estaba Hao, quien seguía mirando el mensaje del rubio esperando que le dijera que era broma lo que le puso. Entró en pánico, así que le escribió pero este no contestó, por lo que se preocupó y no tuvo más opción que ir a aquel lugar.
Mientras caminaba en sus tacones dando pasos largos, tomó un taxi hacia el lugar, bajando elegantemente al llegar, captando la mirada de los hombres del bar quienes no quitaron el ojo de encima de la chica de cabello castaño que acababa de entrar.
—Hola, preciosa —un hombre giró su cuerpo en su propia silla para observar a la chica —¿siempre vienes por acá? —la miró de pies a cabeza con lujuria
—No siempre... —al ver el cabello de Hanbin en las mesas del fondo se quiso dirigir hacia allá, pero el hombre se levantó y le jaló del brazo
—¿No quieres quedarte a brindar con nosotros? —señaló a sus otros amigos
—Eh... no, yo, estoy apurad-da, alguien me está esperando
—Pero sólo será un brindis —se acercó más invadiendo su espacio personal —anda, di que sí
—Eh... yo...
—¡¡Suelta la mano de mi novia si no quieres que te rompa la puta cara!! —escuchó el castaño detrás de él, reconociendo esa esa voz
—Hanbin...
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Femboy 🌸 Haobin
ФанфикDonde Hanbin conoce a Haneul en un festival de disfraces de Halloween. Él creía que ella era una chica y que ese era su nombre real.