13 de octubre de 1725: El demonio de la estrella de siete puntas.
La sangre que se amontona en el candelabro.
Una lluvia roja que cae sobre ella.
Y ella baila...El demonio de largos cabellos negros tomó la daga de hueso. Una reliquia pálida y desnuda con una hoja afilada. Sus oscuros ojos eran dos cuencas vacías y frías que sonrieron un momento.
Deslizó la hoja, helada como el infierno donde había nacido su alma, sobre la piel blanquecina de su mejor amigo.
Las catorce velas lanzaron fuego y las paredes del sótano se iluminaron con llamas celestes. El pecho del muchacho pelirrojo subió y bajó con ferocidad. El dolor rozaba ya las terminaciones de la agonía, pero nada iba a detenerlo. Primero una punta y después la otra, una estrella de siete lados rodeada por el círculo noveno del infierno. La mano del demonio firme y decidida. Su corazón latía con la esperanza de lo que podría suceder. Un año había pasado desde que la hoguera se había reducido a cenizas.
-¿Lograrás verla?-su voz rasposa. Demetrie lo miró. Sus cabellos rojos parecían violetas en la penumbra de la habitación subterránea. La sangre de su abdomen ya comenzaba a resbalar sobre su piel y se arrastraba con dedos rojizos hasta las rodillas de Joyland Jedenth.
-La veo todas las noches, aquí-Demetrie Fliends se llevó un tembloroso dedo a la sien. Joyland estiró su cuerpo sobre el de él y acercó su rostro: los ojos negros y las cadenas de su cuello rozando el pecho de su amigo sobre el suelo. Frías. Frías.
-Quisiera poder hacerlo, pero ¿sabes algo?-susurró. Demetrie contuvo el aliento. Estaban cerca el uno del otro como miles de noches en el pasado. Dem negó con la cabeza, restregando sus rizos en la sangre del suelo. Caliente.-Ni mil sueños premonitorios harán que vuelva a verla. Está muerta. ¿Entiendes? ¡Muerta!
-No he perdido la esperanza. Aún la siento, ¿Tú no?
Joy se apartó de golpe y en un solo movimiento lanzó la daga de hueso contra el muro. La hoja se clavó con firmeza y el mango tembló un momento hasta quedarse quieto.
-Los demonios no sentimos, recordamos. Y es algo que debes aprender de una maldita vez.-Joy se levantó del suelo.
-Joy, por favor. No hagas esto de nuevo.-Dem apretó la mandíbula. Cuando se irguió un poco, la camisa de lana resbaló por su pecho y se volvió escarlata. Joyland ya estaba rebuscando entre sus cosas, cajas de madera destartalada y papeles por doquier. Se acercó a la mesa de piedra y comenzó a lanzar toda clase de cosas. Una tras otra. Dem sólo podía observarlo. Había muchas cosas que hacían a Joyland perder el control, Bridget Baudelaire era una de ellas.-¿Podrías terminar la runa?
-Es una puta pérdida de tiempo. ¿Cuántas veces hemos intentado esto, Fliends? Creo que ya es momento de que olvides a tu estúpida novia.
-Si Bridget te escuchara te partiría el cuello.
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LOS BRUJOS DEL NOCTUM ©
FantasyIncendios, brujas y viajes en el tiempo. El amor de su vida pasada viajará hasta su época para reencontrarse con ella en el purgatorio del mundo demoníaco. -¡Es Bridget! Tu mejor amiga, es nuestra amiga... -Lo que sea que regrese de entre los muerto...