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Giyuu sintió ternura y simplemente abrazo a su cachorro, acarició con cuidado su pelo para después separarlo y poder alzarlo.

—Yo también te quiero, Mui—Susurro mientras daba vueltas con el menor que simplemente reía ante las acciones de su ahora madre.

Ambos se concentraron en sus olores; Giyuu frunció el seño levemente al no detectar aroma alguno sobre Muichiro, simplemente tomo asiento en el sofá y coloco al menor sobre su regazo, empezando a frotar su mejilla contra el cabello de su hijo.

—¿Qué haces Mamá? — pregunto mientras se acomodaba para ver arriba, ganandose un leve gruñido del omega mayor.

—No hueles a nada, así que quiero darte mi olor— Murmuro para luego pasar sus manos por las mejillas del menor, ganandose unas ligeras risas.

Ambos estaban concentrados en su momento de madre e hijo que no se dieron cuenta, cuando Sanemi llego y se sento al lado, acerco a su omega hacia él para que el más pequeño quedara entre ambos.

—No seas egoísta cariño, Muichiro también es mi hijo— Hablo para después dejar salir su olor a menta, haciendo que el olor de Giyuu también saliera, moras y menta se mezclaban mientras abrazaban a su ahora hijo que simplemente disfrutaba de la sensación de familia.

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Habian pasado los años, su lindo Muichiro ya tenía 14 años, resulto que el joven era un beta, cosa que sorprendió a sus padres pero no le dieron tanta importancia.

Hoy, Muichiro llegaba de la escuela, tenía su típica mirada aburrida no entras entraba a su hogar, reconoció el aroma a moras de su madre pero había olores extra, cosa que rápidamente lo puso alerta.

Corrió lo más rápido que pudo a la cocina mientras que en el proceso sacaba su bate de béisbol.

—¡Alejen sus sucias manos de mi madre!— Grito a los chicos de enfrente.

Frente a él habían 4 chicos y 2 chicas, su seño se frunció al reconocer aquel uniforme, era el de la escuela donde sus padres trabajan,sus ojos se entrecerraron y soltó un gruñido mientras se acercaba a Giyuu y abraza a su madre por la cintura.

—Ma... ¿Qué hacen estos en nuestra casa?— Pregunto sin despegar su vista del frente y mucho menos soltar su bate y a su madre.

—Bienvenido Mui Mui, bueno, ellos están aquí por algunos trabajos— hablo de manera tranquila para después llevar una de sus manos a la cabeza  del beta, sonriendo cuando escucho un sonido de satisfacción de su hijo.

—¡Hmpf! No los quiero aquí— Infló las mejillas en forma de berrinche, haciendo que su madre riera y le apretara las mejilas.

—Vamos, vamos, no seas así Mui Mui, pronto iras a la misma escuela— Llevo nuevamente sus manos q las mejillas de Muichiro, acariciando y aplastando levemente las mejillas del menor

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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