II.

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Al entrar a su hogar , el hermoso gato blanco lo miraba con preocupación, no podía ver en peligro a su humano, sabía que tenía que protegerlo.
Pero al sentir un olor extraño, sus ojos se volvieron agudos y empezó a sospechar que había algo inusual.

Había percibido un olor a perro a la distancia y no sabía porque su humano olía así.

Al ver la pequeña bola apestosa, que salía debajo del abrigo de su amo , se erizó completamente y salió disparado hacia el interior de la casa.

--Era desagradable el olor a perro, pero su presencia lo era aún más !!

Se decía el impecable gato blanco desde la altura de un alto librero donde había ido a refugiarse, mientras investigaba que estaba haciendo su hermoso humano.

Ese ser hediondo que habían traído a casa no olía a limpio como los gatos que siempre se acicalan solos y su pelo solia estar usualmente muy brillante y lustroso.

Taehyung miraba a su gato y sonreía con pena.

-- Bohoja, no seas celoso..

Le decía conociéndolo.

Bohoja era muy celoso de todo y de todos.
Le gustaba ser el centro de atención en la vida de Taehyung y éste sabía que su gato seguramente jugaría a hacerse el ofendido por un buen tiempo antes de acercarse a su nuevo amiguito.

Incluso sabía que probablemente lo ignoraria por unos días hasta que su necesidad de estar cerca fuera más grande que su ofensa.

Porque si Taehyung y su gato no caminaban pegados, entonces no sería Bohoja.

Pero que se podía hacer. La bolita peluda necesita un hogar y quizás un buen baño y comida.
Era muy pequeño para sobrevivir sólo allá afuera en la calle , y menos en estas fechas tan alocadas para el pueblo.

Su abuela le había puesto BOHOJA
(Guardian) a su gato, y mas de una vez por casualidad había encontrado a su abuela hablando con Bohoja y dándole instrucciones como si fuera un humano.

El gato escuchaba a su abuela con atención, como si entendiera.

Taehyung se reía al verlos, se imaginaba que el gato sólo estaba siendo cortés y su abuela a veces se sentía sola. Su abuelo había fallecido hacía varios años.

Su abuela sabía muchas cosas. La vida de librera y la cantidad de libros que había leído en su vida, la habían convertido en alguien muy sabio. Y siempre tenía una historia divertida para contar.

Ella le contaba historias de que los gatos vivían entre los dos planos , entre la vida y la muerte.
Que los gatos tenían la capacidad de entrar y salir del plano de los vivos, y transitar entre los muertos como seres especiales. Y luego podían volver a vivir entre nosotros.

Que a veces el alma de alguien podía quedarse atrapada dentro de un gato, esperando a su próxima vida para regresar.
Por eso a veces los gatos nos parecían tan humanos.
Y también le decía que los ojos de un gato a veces percibían cosas y seres que nosotros no alcanzabamos a ver jamás.

También le prometía que ese gato sería su Guardian mientras su tiempo en la tierra se dictase, y velaría por Taehyung hasta que exhalara su último aliento.

Que ésa era la misión de Bohoja en esta vida.

Taehyung niño se reía porque consideraba que un pequeño gato no podría ser un fiero guardian, pero, años después y 7 kg de más, hablaban diferente. Su gato había hecho correr a más de un pretendiente molesto o visita maliciosa que se hubiera atrevido a incomodarlo.

Todas las mañanas ambos abrían la puerta del negocio familiar que quedaba en su propia casa, y limpiaban el ingreso con una escoba .

El gato se posaba regiamente en la entrada, para atrapar los primeros rayos de sol de la mañana , y miraba con aire superior a los alrededores, siempre vigilante, siempre concentrado.

Bohoja vigilaba que todo estuviera tranquilo, y luego de un rato buscaba un mueble tibio y dormitaba en la cálida sala de estar, su lugar favorito de la casa y donde más tiempo solia pasar

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Bohoja vigilaba que todo estuviera tranquilo, y luego de un rato buscaba un mueble tibio y dormitaba en la cálida sala de estar, su lugar favorito de la casa y donde más tiempo solia pasar.

Mientras tanto la pequeña bola había sido alimentada y bañada. Y ahora estaba echado en la alfombra , jugando con un muñeco de trapo viejo, una de las pocas cosas que Tae conservaba de su niñez en esa casa.

Bohoja miraba de lejos, juntos pero no revueltos era su lema de vida. Taehyung era el dueño de su vida, pero allí acababan sus amistades.

Esa pequeña bola tendría que buscarse sus propios amigos, pues él no estaba disponible.

-- Tannii , Tannnn -- llamaba Taehyung.

- Te gusta ese nombre?

Tan , o Yeontan como Taehyung le había puesto, movía la cola con alegría mientras mordía su juguete de trapo.

-- Tan era un buen nombre, era el mejor nombre ! -- pensaba Yeontan.

Bojoha bufaba con algo de burla...

-- Los perros son tan simples-- se decía a sí mismo.

Y Yeontan sólo lo miraba complacido.
Es que si. Los perros son simples.

Y esa era su mayor virtud.

Y esa era su mayor virtud

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EL GATO DE TAEHYUNG  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora