Prólogo

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Abrir mis ojos no es sencillo. Los párpados me pesan, como si llevaran una eternidad cerrados. Después de varios intentos, una fina línea de luz se cuela. Mi vista está borrosa, llena de formas y colores distorsionados que no tienen sentido. Parpadie varias veces, tratando de enfocar, pero cada imagen es más confusa que la anterior.

La sensación de un sonido lejano empieza a surgir. Quizás sea una voz, o tal vez el murmullo de una máquina, pero es imposible distinguir. Poco a poco, el ruido se intensifica, aunque aún parece distante.

Mi cuerpo siente una mezcla de entumecimiento y torpeza. Al intentar moverme, mis músculos parecen no responder del todo. Solo pequeños espasmos. Mi mente empieza a revolverse, llena de preguntas sin respuestas. ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? Las palabras están ahí, pero no puedo formularlas. Cada pensamiento es un rompecabezas incompleto.

De repente, escucho una voz
-¿Hola?, Buenos días... -No entiendo lo que dice, pero hay una calidez en ella, algo que me da una sensación de seguridad.

Intento hablar, pero mi garganta está seca, y ningún sonido sale. Solo puedo seguir escuchando mientras mis sentidos van despertando lentamente, como un amanecer lento y fragmentado.

Mi mente empieza a reconectar con mi cuerpo. Siento la cama bajo él, una suavidad extraña y artificial. Oigo las máquinas pitando rítmicamente a mi alrededor.

De repente y con dificultad veo la imagen un poco borrosa de una mujer... es hermosa, a primera vista puedo ver esos hermosos ojos cafés, su nariz pequeña, y sus labios finos color rosa, tiene una preciosa piel de porcelana, su cabello está atado con unos flequillos sueltos que recaen en sus mejillas.

-Vaya hasta que por fin despiertas - Esta se sento en la esquina de la camilla donde yo me encontraba -Si te soy honesta creí que morirías -En su rostro tenía una sonrisa gentil.

-¿Quién eres?... ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó? - Apenas si podía hablar, todo esto lo dije lento y con una voz débil, mover mis labios era demasiado difícil.

Cada rincón de la habitación parecía esconder un secreto, pero por más que intentaba, no encontraba ninguna respuesta en mi memoria.

-Me llamo Maddie, mucho gusto -Esta extendió su mano hacia mi. Gesto el cual me pareció extraño ya que no sabia lo que significaba -Ah cierto, no puedes moverte o almenos no por ahora -Casi de inmediato bajo su brazo pero su sonrisa no desaparecia -Y bueno respondiendo a tu segunda pregunta estas en el hospital, eso es obvio. Te encontramos debajo de los escombros de un edificio que estaba en llamas, realmente tienes suerte para sobrevivir.

-¿Debajo de los escombros de un edificio?... -Recalque, me sentía algo mareada, mi cuerpo entero pesaba, mi garganta dolía por alguna razón... y mis piernas las sentía bastante cansadas como si hubiera corrido en un maratón. Mi mente apesar de haber ya recibido la respuesta se seguía preguntando ¿Cómo llegué hasta aquí?... ¿Cuál fue la causa?.

-Si, soy miembro de la compañía "The Pillars" - Me mostro su placa -Estoy aqui porque necesito hacerte unas preguntas.

No le estaba presentando mucha atención, prefería mirar a mi alrededor. Veo que mi brazo está cubierto por una tela blanca, mientras que el otro parece estar conectado con una pequeña manguera hacia una bolsa con líquido.

Mi mirada se posa en un espejo que estaba en la pared opuesta. Un mujer de no mas de 25 años estaba alli, de mirada perdida y ojeras profundas, su rostro estaba lleno de heridas y parecia triste, ella me observaba desde el cristal. La desconocida del espejo no me ofrecía ninguna pista. ¿Quién era ella? ¿Qué hacía allí?.

-¿Qué es lo que miras niña? -Pregunto aquella mujer.

Señale el espejo mientras temblaba, y con una débil voz pregunte "¿Quién es ella?".

La mujer me miró confundida, volteo al espejo con lentitud, luego sonrió perpleja y comenzó a reír nerviosa - Eres tú...

Los Ojos De Un Fantasma - Ghost X TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora