"¡¿Estás bien?!"

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Me tiré a la banca, el moradito solo me vió, odiaba cuando dejaba que mis emociones pasaran a convertirse en acciones.

Miré mis manos que temblaban, como por accidente había presionado demasiado uno de mis dedos contra las cuerdas y ahora estaba sangrando, iba a ocupar un tiempo para volver a formar el callo.
Era un poco frustrante sentir tanta impotencia, pero cuando se sentó a mi lado con una curita en su mano fue como una brisa fresca en un verano sofocante.

Me extiende la curita para que me la ponga, y por una milésima de segundo pasa por mi mente hacerme el sufrido para hacer que él especialmente me la ponga, pero recapacito, y simplemente la acepto.

Como guitarrista tengo que cuidar mucho mis manos, no puedo permitirme estar lastimado porque, en caso de cualquier evento, mi banda no tendría alguien de repuesto.

Soy todo lo opuesto a él, hasta en eso, sus manos siempre están cuidadas, sus dedos son largos y delicados, pero cuando toca de pronto parece tener una fuerza increíble en ellos, en cambio las mías son ásperas, y nadie me puede culpar porque mi padre nunca compró nada para la piel, y mi mayor punto de consentir mi piel es cuando mis mejores amigas me invitan a una pijamada.

Mi padre siempre le brillan los ojos cuando sabe que dos chicas me invitan a dormir, ah, Smith, si supieras..., si supieras que tu hijo va con ellas a llorar porque su amor 0% heterosexual esta recibiendo cartas de alguien más.

Doy un suspiro, quiero ir a casa, ignorar el fétido olor y hundirme en mi cama para olvidar el hecho de que no soy el único el que está dispuesto a entregar su corazón por él.
Me preocupo demasiado por unas estúpidas cartas, o tal vez el problema no es que esa persona deje las cartas, sino que después de que el moradito las recibe ya no vuelvo a saber de ellas, nunca dice nada, y no sé si es algo de lo que deba alarmarme o alegrarme.

Quiero ir a casa, pero estar con él hace que quiera olvidar un poco todo.

Estoy cansado de practicar, y aunque me guste que solo con él pueda sentir esta "conexión musical" no puedo evitar querer que salgamos a otros lados, a pasar más tiempo como amigos. Ver una película o ir a jugar a la unidad deportiva.

Hacer que se concentre en mí, y en cualquier actividad que estemos haciendo, pero que sea conmigo.
Porque no quiero que se concentre en nadie más, no quiero que siquiera piense un segundo en las cartas, ni en cualquier persona que le parezca atractiva.

Entonces azoto la cabeza contra la madera..

Él puede gustar de quién quiera, y en quién se concentre no me concierne.

Pero cuando siento sus manos sobre mi cabeza, preguntando con un tono asustado: "¡¿Estás bien?!", siento que mis ojos brillan, y tal vez las estrellitas enmarcando su cara sean por lo hermoso que se ve y no por el golpe.
Lo veo luciendo tan pálido, y sus manos sobre mi cabeza son lo único que me detiene de poder abrazarlo.

Cierro los ojos un segundo y dejo un beso en su mejilla.

Algún Día [BxB|FNAFHS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora