Pretty when I cry (Axl Rose x lector)

Capitulo 2 (continuación)

Axl se quedó en silencio por un momento, como si mis palabras lo hubieran golpeado. Su arrogancia se desvaneció ligeramente, y vi un destello de vulnerabilidad en sus ojos. Pero no iba a dejarme engañar.

-No, Roseanne. No estoy buscando sumar otra conquista- dijo finalmente, su tono más grave -Solo quiero entenderte. Hay algo en ti que me intriga-

-Eso es lo que dicen todos- le respondí, cruzando los brazos -¿Por qué debería creerte? Solo eres otro rockero que piensa que puede tener a cualquier chica a su antojo?-

Él se echó a reír, pero no era la risa despreocupada de antes. Era más bien una risa resignada -Tienes razón en parte. Pero no todos somos iguales. ¿No crees que hay más en mí?-

Sentí que mi guardia se bajaba un poco, pero rápidamente la levanté de nuevo -Axl, no quiero ser parte de tu mundo. La gente que te rodea no es lo que me interesa-

-Tal vez deberías mirar más allá de lo superficial. ¿Qué tal si te muestro que hay más en mí de lo que ves?- insistió, acercándose un poco más. Su mirada era intensa y, por un momento, me sentí atrapada.

-¿Y cómo planeas hacerlo? ¿Con otra de tus fiestas?- le pregunté, sintiéndome cada vez más incómoda.

-No. Quiero hacer algo diferente. Solo tú y yo. Sin distracciones- dijo, su tono más serio -Podríamos ir a dar un paseo. Hablar-

Fruncí el ceño, considerando su propuesta. La idea de estar a solas con él era un riesgo, pero había algo en su voz que me hizo dudar -No tengo tiempo para tus juegos, Axl. Si crees que esto es un juego, te equivocas-

-No es un juego. Prometo que no lo es. Solo... quiero que me conozcas- insistió, su mirada sincera.

A pesar de mi resistencia, había algo en su sinceridad que me resultaba atractivo -No sé... podría ser una trampa- le dije, sintiendo cómo la curiosidad luchaba con mi desconfianza.

-Quizás. Pero también podría ser la oportunidad de ver quién soy realmente. No puedo obligarte, pero me gustaría intentarlo- respondió, sin apartar la mirada.

Suspiré, sintiendo que mi corazón latía más rápido. -Está bien, pero solo porque estoy cansada de tus comentarios arrogantes- dije, sintiéndome como si estuviera cruzando una línea que no debía cruzar.

-Perfecto. Te prometo que no te arrepentirás- dijo Axl, esbozando una sonrisa que, aunque arrogante, tenía un aire de autenticidad que me sorprendió.

Salimos del club, y la brisa fresca de la noche me dio la bienvenida. Axl caminaba a mi lado, y había una tensión palpable en el aire, como si ambos supiéramos que este era un punto de inflexión.

Mientras caminábamos, traté de mantener la conversación ligera -Así que, ¿qué haces cuando no estás en el escenario?- le pregunté, manteniendo un tono despreocupado.

-Sorpresa, soy humano- respondió, bromeando -Me gusta pasar tiempo con amigos, escuchar música. A veces, solo quiero relajarme-

-¿Relajarte? ¿Y eso incluye romper corazones?- le lancé, tratando de mantener la defensiva.

-A veces, sí. Pero no lo hago intencionadamente- admitió, mirando hacia el suelo -Es complicado-

Ambos nos detuvimos en una pequeña plaza, iluminada por luces tenues. Axl se volvió hacia mí, su expresión seria -Lo que quiero decir es que, en el fondo, también tengo mis propios miedos y dudas. No soy solo un rockero egocéntrico-

No sabía cómo responder. La vulnerabilidad que mostraba me desconcertaba, pero también me atraía -No estoy aquí para salvarte ni para cambiarte, Axl. Solo quiero ser yo misma- le dije, sintiéndome más honesta de lo que había planeado.

-Eso es todo lo que pido- dijo, acercándose un poco más -Sé que hay algo más en ti. Quizás lo que necesitas es alguien que no tenga miedo de ver tu verdadera esencia-

Un silencio pesado se apoderó de nosotros. La tensión que había entre nosotros era palpable, y en ese instante, su mirada profunda me hizo cuestionar todo. ¿Era posible que en este juego de egos y arrogancias, ambos pudiéramos encontrar un camino hacia algo más auténtico?

Sabía que esta conexión era arriesgada, pero a medida que lo miraba, sentía que estaba a punto de descubrir algo que podría cambiarlo todo.