Un mundo donde desde el comienzo los Digimon y humanos tuvieron que interactuar, siendo uno de los resultados los Guardianes, responsables de mantener esa paz.
Esta historia trata de la academia donde se entrena nuevos Guardianes, y a su vez, un nu...
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— En este mundo existen dos tipos de criaturas, los seres digitales y los seres orgánicos. Los principales de los biológicos, llamados humanos, tuvieron diferentes interacciones con los principales de los seres digitales, los Digimon, desde un infructuoso odio sin sentido a una grandiosa cooperación que resultó en hermosos vínculos. En el segundo caso, se descubrió que esos vínculos tenían como recompensa un gran poder, siendo llamados de diversas formas a través de los tiempos y el papel que desempeñan. Y, a partir de uno de esos papeles, se creó esta academia, para ser específicamente Guardianes, humanos y Digimon que se unen para mantener la paz.
|Si se lo preguntan, la estrella con patas es mi profesor de educación física que debe hacer también de historia mientras contratan a uno. Y si se preguntan por mí, soy esa chica que tiene pelo plateado, algunos fácilmente podrían llamarme gótica, y tendrían razón. |
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|Y apuesto que quieren oír lo interesante de mi vida, por lo que se los diré. Primero, un resumen de mi vida: me llamo Aliza Hearth, nací de una familia rica, mis padres me dieron todo lo que pedía, y como ven ahora, estoy en esta academia para conseguir un compañero Digimon... Sí, para eso faltarían unos años, o bueno, al menos eso sería normalmente. |
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La chica había ido a la sección de objetos perdidos. —Quiero saber si de casualidad dejaron un mini sombrero de copa — Dijo al encargado, que buscó entre las cajas y se lo dio a la chica que, sin decir gracias, se fue.
Mientras caminaba de vuelta a su habitación, se puso su sombrero, sintiendo que tenía algo más de peso.
Ya en su habitación examinó dentro de su sombrero. Buscó detrás del fondo falso que tenía su sombrero y que ocupaba algunas veces para guardar cosas, descubriendo un raro cinturón dentro de este.
(¿Eh? Supongo que alguien lo dejó dentro de mi sombrero mientras estaba perdido, pero bueno, tal como dicen, quien lo encuentra se lo queda) Pensó la chica. La gótica empezó a examinar el raro cinturón, pudiendo descubrir sus instrucciones y una breve descripción de este.
