Sergio se despide de sus hijos agitando el brazo, después de una larga sesión de besitos y cosquillas por fin los pudo convencer de subir al auto y salir de pijamada con sus abuelos. Incluso Franco, enamorado de su abuelito Antonio necesitó convencimiento. Pero lo logró, espera a que el auto se estacione en la esquina de la calle y cierra la puerta.
_Uff... Al fin solos. _ Sonríe para sí mismo, se mira en el espejo de la entrada y arregla sus castaños cabellos para verse más sexy.
Puede escuchar a su esposo lavando los trastos de la comida, está siguiendo por el teléfono la reñida carrera entre Oscar y Lewis por el tercer lugar en COTA. Max es increíble, el alfa que parecía la máquina perfecta de Jos ha resultado tan hogareño y paternal, para un omega como Checo que piensa que la familia es lo más importante, Max es su sueño hecho realidad.
El castaño se apoya en el marco de la puerta de la cocina, admira el ancha espalda, los largos brazos, los gruesos muslos, casi babea por lo que ve. Su alfa está bronceado, vivir en la playa lo ha favorecido bastante, el blanco pálido de su cuerpo al principio se quemaba como camarón, pero el tiempo le ha brindado un lindo tostado.
_Puedo olerte a kilómetros, omega, estás pensando otra vez en Hamilton?_
Checo suelta una carcajada, se acerca a abrazar a su esposo por la espalda, deslizando las manos por su amplio y suave torso. Una vez, hace bastante tiempo, bromeando le dijo a Max que estaba caliente porque Lewis había hecho una sesión de fotografía para una marca de ropa interior, su pobre alfa casi pierde la cabeza, ese juego fue el causante de su primer cachorro._De hecho no, estoy pensando en mi perfecto alfa. _
Checo empuja sus caderas, roza su dura entrepierna entre los carnosos muslos de su esposo y se estremece con la enorme excitación que el suave cuerpo provoca en él. Con calor deja una fuerte mordida sobre la espalda del menor, recibiendo un jadeo sorprendido de su esposo.
Con la misma intensidad de su deseo, sujeta con una de sus manos traviesas la gruesa verga de su esposo, la masajea y aprieta, provocando que Max suelte el plato en sus manos.
_Maxie, voy a brincar sobre tú enorme verga hasta dejarte sin caminar mañana, y me vas a dar otro cachorro. _ Max se tensa, se sujeta con sus mojadas manos sobre la orilla de la encimera y gruñe. _ Lo llamaremos Patito. _
El rubio quita la mano de su esposo y se voltea para encararlo con una enorme sonrisa. _Amor, no es broma?_
Sergio se ríe, le encanta la emoción en su esposo por elegir el nombre que quisieron ponerle a su primer cachorro, siempre pensaron en Patricio, pero al momento de tener a sus cachorros en brazos, no les convencía el nombre al ver sus caritas.
_No es broma, inclusive si me das una niña se va a llamar Pato. _ La carcajada del rubio se corta cuando el omega sujeta los "rollitos" que sobresalen por encima de su short, se deleita con el envolvente aroma de deseo que exuda del pequeño cuerpo y le sonríe.
_En verdad me deseas, no es cierto?_
Sergio es la viva imagen del deseo, sus pupilas están dilatadas, su rostro sonrojado, su pequeño cuerpo libera calor y el exquisito aroma de su excitación envuelve a su alfa, lo atrae cual canto de sirena.
Max es débil al llamado de su omega, solo su hermosa carita pecosa es suficiente para hacerlo arrodillarse y cumplir la más ridícula petición de su chico, pero su aroma lo tiene débil de las rodillas, completamente erecto y goteando, incluso puede sentir el nudo en la base de su pene crecer.
Entre besos pasionales y calientes caricias, se guían mutuamente, suben torpes y risueños las escaleras, chocan con la puerta de Yuki y Max gime al enterrarse la perilla metálica en la espalda, provocando una carcajada en Sergio.
_Omega malvado, te diviertes con mis desgracias._
_Amor! Pero es que tú carahhh! Maxie!_ Sergio se aferra a las caderas de Max, el alfa lo ha echado sobre su hombro cuál costal de papas y lo lleva el resto del camino cargado de esa manera. Con una maliciosa sonrisa amasa los suaves glúteos del menor, más redondos y llenos de grasa. No puede evitarlo, entierra sus diminutos colmillos omega en la suave piel.
_Hijo de.._ Max casi cae, el cabrón le va a dejar un moretón en el culo y si le va a doler sentarse pues lo justo es que a Sergio le duela el doble. Con cuidado y justa fuerza medida, lanza al omega a la cama, lo ve rebotar y aprovecha el momento de distracción para arrancarse la ropa y hacer lo mismo con la ajena.
Los rasgados trazos de ropa se deslizan al suelo, ojos rojos encuentran ojos dorados, el deseo, el placer domina y sus lobos toman el control, es una lucha ahora, una lucha por la dominación. _Omega..._
_Alfa..._ Sergio se mueve primero, se lanza sobre el rubio y comienzan una lucha por el control. Una lucha que termina bastante rápido en realidad, pero si todas las veces que luchan, Max va a terminar con el redondo culo en su cara, va a perder encantado.
Lo sujeta firme de las caderas, con el rostro enterrado en medio de ambos montículos de carne, bebe sediento el exquisito elixir del mayor. Sergio se apoya en el suave abdomen de su esposo, entierra los delgados dedos en los pequeños pliegues de su piel y monta el guapo rostro hasta que alcanza el orgasmo, pintando la blanca piel con su semen.
_No.. ah! Espera alfa!_ Max parece no necesitar respirar, Sergio tiembla, sollozos escapan de sus labios con la sensibilidad de un reciente orgasmo pero el alfa no se detiene, su poderosa lengua y su insaciable apetito por el jugoso lubricante con notas a melocotón llevan a su omega a un segundo orgasmo, casi forzado.
Sergio ama el guapo rostro de su esposo, podría estar toda la noche con éste en medio de sus piernas, quedarse rojo e irritado por el picor de su barba, pero es un omega con una misión y ni siquiera su alfa lo va a detener de su plan.
Con practicados movimientos gatea sobre el grueso cuerpo, hacia abajo, hacia su mejor y más preciado amigo. No necesita preparación, no después de recibir la experta lengua.
_Amor.._ Su alfa intenta convencerlo, siempre preocupado por su bien va a ofrecer abrirlo un poco más con sus dedos, después de todo el menor no es para nada pequeño, pero qué es del placer sin una pizca de dolor? _Dios mío Sergio!_
Se ha sentado en su verga, total y completamente dentro, hasta lo más profundo de su caliente y apretado culo. _Mierda.. oh! Oh! alfa me vas a romper!_ Checo es ruidoso, cuando no están sus hijos en casa no hay poder en la tierra que lo mantenga en silencio, siempre gritando, gimiendo y hablando sucio. Lo ama con locura.
El omega brinca sobre las anchas caderas, básicamente hace todo el trabajo y aún así el cuerpo de su alfa rebota con cada encuentro de sus cuerpos, sus mejillas, su torso, los perfectos muslos. No puede desearlo más, se encarga de marcarlo, mordiendo y rasguñando la caliente piel. Es un deseo que lo consume, lo enloquece insaciable.
_Checo... Checo... Omega!_ El nudo crece, los une, estira al máximo su apretado agujero y pronto comienza a llenarlo con su semen, espeso, abundante, caliente, chorro a chorro asegura una posibilidad más de otro cachorro, después de todo no toma anticonceptivos.
Sergio lo logró, entrando los primeros rayos de sol a la habitación, no había poder en el mundo capaz de levantar de nuevo el pene del alfa. Vacío, agotado y satisfecho, el rubio se encargó de mimar a su esposo todo el día, viéndose incapaz de caminar.
Nueve meses después, la gran familia recibe a su nuevo integrante, un adorable bebé omega con naricita respingona y pecas llega a su vida para hacerlos más felices. Patricio Verstappen es la viva imagen de su padre omega.
Los amorosos abuelos se llevan a los niños, Max se queda sentado en el sofá con su patito en brazos mientras su esposo descansa. Así sentado, con la ajustada camiseta que lleva, Sergio puede ver los pronunciados pectorales, la piel que empuja su pantalón, los resultados de otro embarazo con el síndrome de Couvade.
Max levanta la cabeza hacia la camilla, sus fosas nasales se amplían al aspirar profundamente el dulce aroma de lavanda y leche, mezclado con melocotón. _Sergio, es en serio?_
_Maxie... Quiero que nuestra próxima niña se llame Hamda _
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THE ABO ANTHOLOGY
FanfictionHistorias cortas que no desarrollé. Mucho ABO, un poco de todo.