^ El Contrato Que Cambio Dos Vidas ^

Felices por Siempre.

Sanemi tomo las llaves de su auto y el bolso que ya tenían arreglado con las cosas del bebe. Tomo a su esposa en brazos y la recostó en el asiento del copiloto, en el rostro de la fémina se veía que sus contracciones eran muy dolorosas, durante todo el camino se quejo, eran quejidos desgarradores y el albino comenzaba a preocuparse ya que su mujer se estaba poniendo bastante pálida. Para su mala suerte había algo de tráfico y cada minuto que pasaba era más doloroso para Naomi, este tocaba la bocina del auto desesperado pero los autos avanzaba muy despacio, hasta que se abrió una brecha y como pudo se metió por entremedio saliendo a la pista despejada. Piso el acelerador y llegaron a la clínica, pidió una silla de ruedas para que llevaran a su esposa y la metieron a la sala de partos, mientras que Sanemi llamó por teléfono a Kyojuro para que este le avisara a los demás lo que estaba pasando. El albino estaba sentado en el pasillo y llegaron los demás a darle apoyo, caminaba de un lado a otro y en el pasillo se oían los gritos desgarradores de Naomi, un doctor salió en busca de él para que le hiciera compañía a su esposa y al entrar a la sala de parto su miedo aumento al ver sangre y a su mujer muy pálida, tomó su mano y le dijo_. - Eres la mujer más fuerte que he conocido jamás, debes luchar por nuestra hija, yo jamás me separare de tu lado mi amor_. - Dicho eso tomó la mano de su esposa y ella se sintió un poco más aliviada, apretó la mano del albino, dio su último grito y en un segundo ahí estaba, el llanto de su pequeña. Una bebe demasiado pequeña que nació muy sana, sus ojos eran del mismo color turquesa que tiene su madre y con pestañas blancas, lo que significa que con el tiempo su cabello será blanco al igual que el de su padre, este la tomó en brazos y su dedo índice queso atrapado en las diminutas manos de su hija. Acerco a la bebe a su madre quien estaba muy exhausta y algo débil, como pudo la tomó en brazos y la llamo Hanako Shinazugawa Katsumi. Un nombre que al albino le encanto, no pudo evitar que salieran sus lágrimas de padre emocionado, le dio un beso a su esposa y se quedaron un rato abrazados hasta que todo el dolor de su esposa pasara.

A las pocas horas la pequeña Hanako ya había aceptado el pecho de su madre y estaba siendo alimentada, el único que podía estar con ellas era el padre, ya que como a penas llevaba horas de vida, es primordial cuidarla debido a la exposición de enfermedades. Pasado los tres días, los padres ya podían irse con su pequeña a su casa y al llegar había una fiesta de bienvenida organizada por su mejor amigo y la esposa de él.

Mitsuri: Kyaaaaa es una bebe tan hermosa!!!! Que tal Hanako_. - tocaba su mejilla con su dedo índice_. - Yo soy la tía Mitsuri y este es tu tío Obanai.

Naomi: Le llama la atención tu cabello mírala_. - dijo sorprendida al ver que su hija miraba con atención el cabello de su amiga.

Sanemi: A penas lleva tres días de vida y ya es inteligente mi princesa_. - dijo para luego tomarla en brazos.

Kyojuro: Mi sobrina es una preciosura, igual que su madre evidentemente_. - abrazo a su amiga.

Obanai: Sin duda esta niña será la luz de tus ojos Sanemi, espero que no seas un padre celoso_. - dijo en tono de burla.

Sanemi: Para nada, ella podrá tener novio_. - dijo muy tranquilo_. - Claro cuando yo muera, más tres días, solo para estar seguro por si resucito.

Naomi: Ay amor que cosas estas diciendo_. - todos rieron ante la gracia del albino.

Los días comenzaron a pasar y los padres primerizos hacían un excelente trabajo como tales, todo lo hacían en equipo y se turnaban las tareas para que todo fluyera de buena manera. Las noches eran una tortura, despertaban cada 45 minutos o a veces cada una hora para cambiar a la pequeña o para darle su biberón. La pareja hace tiempo no tenían un tiempo a solas pero aun así el amor jamás de apagó al igual que la pasión entre ellos. Pasaron los meses, los años y la pequeña Hanako tenía 4 años de edad, era la princesa de papá, el albino la consentía en todo y le daba absolutamente todo a su hija.