Tengo más de media hora buscándolos y no los encuentro por ningún lado. Primero dicen que me esperaran afuera y luego se van y no me avisan. Enserio, aún no puedo creer que cosas como están aún me sorprendan. Jayden y Logan, ellos son los idiotas a los que me refiero.Le doy una última vuelta al gimnasio y no veo nada, así que decido irme. ¡Maldición! tendré que caminar a casa. Suspiro y me dispongo a caminar. Mi casa queda a unos 10
minutos de la escuela, pero eso es en auto, a pie son más de 15.Después de varios kilómetros llego a casa. Mi casa es de 2 pisos, blanca, algunas paredes grises y otras un poco marrones, tenemos un garaje. En el piso inferior esta la cocina, la sala y el comedor, además de un baño para visitas.
En el piso superior, tenemos 5 habitaciones, 4 con baño. Las cuáles son, la de mi hermano, la mía, la de mis padres, dos de huéspedes y una sala de audiovisuales donde tenemos un televisor y los videojuegos de Stev. Es una casa muy grande, demasiado para solo dos personas.
Llego a la puerta y me dispongo a buscar mis llaves. Las busco en todas partes, en mi mochila y en cada uno de sus bolsillos, en la alfombra y en todas las macetas pero aún así no las encuentro.
Es hay cuando recuerdo que mis llaves las tiene Logan y que las que van debajo de la alfombra están en mi casillero.-¡Demonios!- Suspiro frustrada.-¡¿Algo más?!- Grité mientras levantaba mi mirada y como si mis peticiones fueran escuchadas mi celular vibra en mi bolsillo dando a entender que se la ha agotado la batería. Suspiré frustrada.
-Excelente... ¿Y ahora que?- Pienso en los posibles lugares a los que puedo ir. No puedo ir a la casa de las chicas porque no están ahí, es lo mismo con los chicos y lo peor es que no tengo ni la menor idea de donde están. Al darme cuenta de que no hay otra opción me dirijo al parque de aquí cerca.
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Es un día hermoso. El cielo está de un azul perfecto, los pájaros cantan y todos los que están en el parque están pasando una excelente tarde. Me gusta venir al parque, ver a los niños jugar o estar con sus padres, verlos comer helado o hacer alguna actividad con sus abuelos. Cuando los veo, veo pura felicidad.
Y debo decir que me dan celos, esos niños me acuerdan a mí, pues mis padres no siempre fueron así. Pero lo que más me entristece es ver a esas parejas. Abrazándose, besándose o diciéndose cosas lindas al oído. Es algo que nunca podré hacer. Suspiré, que haya aprendido a vivir con el cáncer no significa que esté de acuerdo con todo lo que implica.
Le doy varias vueltas al parque aburrida. A lo lejos divisé un carrito de helados, me acerqué y le sonreí al heladero, él hace lo mismo. -¿Lo de siempre?- Asiento con una sonrisa. Camino por el parque muy a menudo, mi helado es de chocolate chips y jarabe de chocolate. Mucho chocolate, lo sé, pero trato de probar todo lo que pueda -aunque la mayor parte del tiempo Ángel me lo prohiba- nunca sabré cuando será la última vez.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me pude darme cuenta en el momento en el que tropecé. Rápida e inconscientemente me di la vuelta, cayendo así en mi trasero y con esto salvando a mi helado. -¿Necesitas ayuda?- Pregunta una voz desconocida unos segundos después.
Levanto mi vista y lo veo. Alto, cabello castaño, piel blanca clara, ojos verdes y aunque no muy marcado, buen cuerpo. Después de ver sus rasgos una serie de extraños e -repito- inoportunos pensamientos se amontonaron en mi cerebro.
Rápidamente moví mi cabeza para despejar esos pensamientos y volví a verlo. Al parecer me quede mucho tiempo mirándolo pues una sonrisa divertida se posaba en sus labios. Dios, hasta su sonrisa era cautivadora. -Emm... Si claro- Dije y extendí mi mano libre, me levantó rápidamente como si no pesara nada y ese fue el problema. Al levantarme fue demasiado rápido, por lo cual en el momento en el lo hizo, perdí el equilibrio y caí hacia delante... Dejando así, mi helado en su camiseta.
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Cate
Teen Fiction" - Nada es para siempre. - Lo sé. - Suspiró. - Si lo sabes, ¿Por qué insistes? - Se giró para verme. Su mirada mostraba tristeza y tal vez culpa, pero ya es hora de que hablemos de esto. No quiero que acepte algo de lo que luego se arrepentirá. N...