↷ ·˚ ༘ dei vi's fanfiction! 🇵🇷 :: ꒱
❛ Siempre mami, pero triste, estaba
puesta y lo jodiste... Triste pero
siempre mami, llorando pero un
Pagani.❜
ˋ°•*⁀➷ EN DONDE Carlota tiene una rel...
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❛ Y si te joden, nos jodemos los dos... ❜
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La gente del club había insistido tanto en que cantara, que la rubia cumplió las órdenes. Uno de los de logística del show se acercó para darle un micrófono, y frente a su mesa pusieron a un par de gorilas cuando notaron que había gente con intenciones de acercarse mucho a ella.
Cantó tres canciones de su álbum, controlando la adrenalina que sentía y las ganas de llorar que todo aquello le causaba. Era la primera vez que hacía una presentación, por más pequeña que fuera, y todas las personas se sabían las letras - eso la sorprendió aún más.
Agradeció a todos, tocando sus cadenas de manera inconsciente luego de haber entregado el micrófono. Uno de los gorilas le dijo que podía irse a la parte interna del lugar, para que estuviera más tranquila, así que hizo caso.
Ella, Valentina, Emir y Corina, caminaron por entre la gente, sonriendo en forma de agradecimiento a todas esas personas que le gritaban a Lottie para apoyarla, con emoción y muchísimo aprecio. Les había gustado el show, eso la hacía feliz.
Cuando llegaron al lugar más cerrado y seguro, que estaba incluso cerca de la salida trasera del club, alguien jaló a Carlota tan fuerte que la rubia pegó un grito, siendo prácticamente arrastrada. Todos se preocuparon, volteándose a mirarla.
Valentina y su hermana empezaron a pegar gritos casi que de manera automática cuando se dieron cuenta quién era el que la jalaba. Carlota se quedó prácticamente hecha de piedra, dejándose llevar por David, que tenía la cara enrojecida por el enojo.
La agarraba por la muñeca y la estaba lastimando, pero ella seguía gritando que la soltara. Los guardias que estaban con Lottie se le fueron pars encima, tratando de separarlos, y ahí fue cuando ella reaccionó.
—¡Suéltame, mamagüevo! ¡Suéltame! —gritaba con tanto odio que ni siquiera parecía su voz, el agarre le dolía.
Cuando los guardias comenzaron el ajetreo de jalarla para separarla, y de tratar de hacerlo calmar a él, fue cuando Carlota se vio más lastimada - sintió un jalón de cabello, y varios pellizcos en ese revolú. No entendía qué le pasaba a David, estaba vuelto loco.
—¡Eres una hijoe' puta, canto e' cabrona! —le gritó David con tanta rabia cuando por fin pudieron separarlo de ella, estaba más enrojecido que antes poe la agitación—. ¡¿Quién carajo' te crees tú, ah?! ¡¿Quién carajo' cree' que tú ere', mamabicha?!
