Prólogo

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27 de marzo del 2013

Un vestido de seda color marfil cubre mi cuerpo yendo más allá de mis tobillos, acariciando el césped del jardín de la casa de mis padres. Mi cuerpo siente el contacto de la tela con el suelo y para una persona con transtorno obsesivo compulsivo es tan difícil aguantar las ganas de cortar esta cola horrible para no escuchar el cesped trabandose en los hilos.

Disimuladamente movía mis piernas pateando el vestido más arriba, entre paso y paso iba subiendolo con mis manos tomándolo de la parte delantera de mis muslos, lo hablé un millón de veces con la psicóloga, odio estás pequeñas cosas que me molestan y no puedo evitar querer cambiarlas y eliminarlas, porque no solo me molestan, me llegan a doler físicamente.

— ¿Necesitas ayuda? —esa voz que me persigue en sueños hablo a mis espaldas. Mi sistema quedó tan shokeado que no pudo conectar neuronas y hablar.— Alanis, ¿No? —me señalo ahora poniéndose frente a mi. Su cuerpo, cubierto por un traje que parece sacado de alguna obra de arte, daba algo de sombra a mi persona ya que se puso a literalmente un paso de distancia. Su aroma inundó mis fosas nasales casi haciendo que cierre mis ojos para irme a algún valle silvestre. Que bendito placer.

Simplemente no puedo hablar.

Vi en su rostro la confusión al ver que no emitía palabra alguna, por suerte para los dos mi hermana apareció a nuestro costado abrazándonos a ambos. Los ojos azules que veo cada vez que quiero mirar la hora en mi celular me inspeccionaban sospechosamente, queriendo entender el porque no le respondí.

— Chicos, soy tan feliz de tenerlos acá. Se que por tu trabajo— miro específicamente a su nuevo cuñado.— Y tus estudios.—ahora dirigió su mirada a mi.— Les cuesta tener un tiempo para ustedes, pero que nos lo hayan dedicado a nosotros me llena de amor el corazón. Gracias, en serio. —mi hermana ya estaba con algunas copas encima, como para no, es su casamiento por dios. Me preocuparía si no hubiera ingerido alcohol.

En su abrazo nos tironeo a ambos hacia abajo haciendo que nuestras frentes estén a milímetros de tocarse por completo, la risa de Niall golpeó en el fondo de mi pecho haciendo despertar a las mariposas que creía no existían.

— Creo que necesitas a tu marido con urgencia Deni. —sus manos grandes con sus dedos largos y delicados tomaban de la cintura a mi hermana .— ¿Podrías buscar a mi hermano por favor? Yo la puedo sostener aquí. —esos ojos azules que me tienen loca de remate me miraban entre sus espesas pestañas castañas. Podría hacer una canción solo hablando de sus ojos, es hermoso.

Sin decir nada, absolutamente nada, me solté del brazo de mi hermana y en ese movimiento casi brusco toque la mano de él haciendo que nos de una pequeña descarga eléctrica, los dos corrimos la mano instantáneamente casi gritando.

Un poco desesperada busque a mi hermoso cuñado, con él es todo completamente distinto, hablo hasta por los codos , tanto que él ya no sabe cómo frenarme.

— Cuñado. —lo llame al verlo de espaldas en la mesa de dulces, este se giro e instintivamente abrió sus brazos para envolverme en ellos, corrí y me escondí en él. Es como un segundo padre para mí, no puedo evitar quererlo tanto, amo que haya conocido a mi hermana.

— ¿Que paso hadita? —él decía que mi nombre era el de un hada, Alanis Kelly, yo no le veo nada de mágico para serles sincera.

— Deni se pasó de copas y está abrazando a Niall, creo que quiere cambiar de esposo. —bromee arrastrándolo de la manga de su camisa, ya el saco debe estar colgado en algún respaldo de alguna silla.

— ¿Ya me va a pedir el divorcio? Se dió cuenta que era con el otro Horan ¿No? —me siguió el chiste causando mi risa.

— Todos en esta fiesta sabemos que es el otro Horan, Greg. Todos. —le di unas palmas de consuelo en su espalda hasta que llegamos al lado de su nueva esposa.

Deni estaba apoyada en el costado de Niall diciéndole vaya a saber que cosa ya que esté solo sonreía y asentía hacia ella siguiéndole la corriente.

— Amor. —dijo alargando la última vocal y lanzándose a los brazos de su esposo para llenarlo de besos en el rostro, la risa de Greg me hizo sonreír con ternura. Son tal para cual. Las verdaderas almas gemelas.

— Un hada oscura me dijo que querías cambiarme por el otro Horan. Mi propio hermanito Denise. —los ojos azules eléctricos de Niall se clavaron en mi levantándo sus cejas, con una sonrisa apareciendo en su rostro, es hermoso.

— No, ese se lo dejo a Analis, lo va a apreciar más que yo. —quise reírme por como cambio mi nombre, pero me aguante ya que tenía al señor en cuestión a mi lado. Aunque los hermanos no soportaron la risa que salió de ellos al escuchar como me llamo Denise.

Solo tenía mis ojos clavados en el perfil de Niall, tan limpio, perfecto e impoluto que da envidia. Su cabello dañado por tanta tintura se extendía hacia arriba en un hopo perfecto. La magia de las estilistas es de otro mundo, ya quisiera que manejaran mi cabello como manejan el de él.

— Bueno, la hadita ya empezó su cuento al parecer. —el comentario de Greg me saco de mis pensamientos y poniéndome colorada al instante en que entendi lo que quiso decir. Niall, el principe de esta historia, miraba hacia mi con un leve enrojecimiento en sus mejillas, aunque el suyo se nota que es más de incomodidad que de vergüenza.

Nos llevamos cinco años de diferencia, él ahora tiene veinte y yo tengo quince, es más que obvio que entre nosotros no va a pasar absolutamente nada, solo en mi imaginación.

Por favor, procuren no indagar mucho en esa parte de mi cabeza, hay cosas que realmente no quieren ver, la imaginación vuela mucho en este territorio.

🧚🏼🧚🏼🧚🏼

Hola, ¿Cómo están? Espero les guste está nueva obra que está en proceso aún.

El nombre de la novela es un poco raro ya que los primeros capítulos son algo tristes, pero me inspire en Niall por su solo en esta cancion, así que ojalá les guste.

No sé olviden de votar y comentar, amo saber lo que piensan en cada párrafo.

✨Les mando besos✨

Temporary Fix // Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora