La chispa de Beacon Hills

En el corazón de Beacon Hills, el sol comenzaba a ocultarse tras las colinas, tiñendo el cielo de naranja y púrpura. Stiles Stilinski, siempre nervioso y con un humor sarcástico, trataba de concentrarse en sus estudios mientras el eco de risas y murmullos de sus compañeros se filtraba por la ventana. Pero su mente estaba atrapada en pensamientos de Lydia Martin, la chica que había capturado su corazón desde tercer grado. Con su cabello rojo brillante y su ingenio afilado, ella era todo lo que él deseaba.

Esa tarde, mientras se preparaba para una reunión con sus amigos, Stiles decidió que era hora de confesar sus sentimientos. "Hoy es el día," se decía, dándose ánimos en el espejo del baño de la escuela. Sin embargo, sus planes se desvanecieron cuando escuchó un susurro de su amigo Scott, quien le informaba sobre un extraño movimiento de criaturas en el bosque.

La noticia no era buena, pero lo que no sabían era que un peligro mucho más oscuro se acercaba a Beacon Hills. Gerard Argent, el astuto y manipulador cazador, había regresado. Con un plan astuto, capturó a Stiles en una emboscada que se sentía como una pesadilla.