Capítulo 5

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Me duele la cabeza... Siento el cuerpo pesado.

¿Qué pasó anoche?

Solté un leve jadeo, al mover mis piernas, sintiendo en el proceso la suavidad de lo que parece un colchón.

Mi colchón no es tan suave, ojalá.

Siento los párpados pesados, como si estuvieran pegados con pegamento, más los logré abrir levemente.

Identifico el resto de la cama desordenada aunque mi visión esté algo borrosa. Esto no se parece a mi habitación.

Una incertidumbre empezó a recorrer mi cuerpo, por lo que me levanté de un respingón, cobrando factura por ello.

- Mierda...

Tomé mi cintura por la incomodidad al alzarme tan bruscamente.

¿Dónde estoy? ¿Por qué me duele todo?

Parpadeé, acostumbrando la vista para lograr tomar la sábana sobre mi, alzándola.

Por suerte, tengo ropa puesta, más no es mía, es de... Hmm... Creo que es de Tsuki.

Un aroma suave llegó a mi nariz, haciendo que relaje mis hombros, subiendo mi mano para tomar la prenda y olfatear.

Menta... Suave y deliciosa.

Este aroma ha calmado mi terror. Se siente tan familiar y precioso.

Es de... ¿Tsuki?

Alcé la mirada, inspeccionando la habitación.

- Espera un momento.

De hecho, es la habitación de Tsukishima.

Parpadeé nuevamente, bajando la mirada a mi condición, subiéndola de regreso a la habitación.

- ¡No puede ser! - tapé mi boca por el alto grito.

No puede ser.... ¡No puede ser! ¡¿Es lo que creo?!

¡¿M-Me acosté con Tsuki?!

P-Pero, ¿¡Qué fue lo qué pasó?! Acababa de llegar al departamento... Me iba a dar una ducha y, y... ¿Y qué más?... Me pegó un fuerte dolor en el vientre, y luego...

"Alfa..."

Sentí mi rostro quemar con vergüenza, haciendo que lo tape con mis manos creando un sonido seco por la rapidez al recordar cortos trozos de lo que parece la noche anterior.

¡No! ¡No! ¡Noooo!

¿No estoy confundiendo las cosas? ¿De verdad fue lo que pasó?... Pero, qué...
¿Por qué me siento tan...? ¿Distinto?
¿El cuarto de Tsuki siempre ha olido tan bien? No recuerdo que use colonias o algo en particular con olor a menta.

Es extraño.

Un sonido seco proveniente de afuera de la habitación, me sobresaltó.
Antes de poder hacer algo, la puerta se abrió dejando ver a un sudado y sofocado Tsukishima.

- T-Tsuki - me tapé con rapidez -

- Tadashi - soltó el aire con fuerza para respirar hondo - ¿Estás bien? Lo siento... Salí un momento a la farmacia.

Estoy tan confundido por todo que simplemente asentí.

No entiendo porqué puedo ver brillos alrededor del alfa, casi como si Tsukishima en estos momentos fuera una especie de divinidad.

¿Ayer bebí algo caducado? Puede que si.

Cerró la puerta tras de sí, tomando un momento para pararse firme y respirar hondo.

La Dulzura del LimónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora