•PRÓLOGO•
Regulus suspira y se deja caer en su silla. El vestido le apretaba el busto y la cintura, se sentía derrotada.
Al nacer sus padres siguieron la tradición Black, otorgándole el nombre de la estrella que más brillaba el día de su nacimiento.
Regulus, o Regulo, fue la estrella designada, y a pesar de sonar más como nombre de niño, sus padres lo pasaron por alto y aún así se lo dieron a la pequeña.
Regulus Black, una joven de alta carisma, un bello cuerpo y rostro, y un carácter un poco difícil.
La joven más cotizada desde el momento en que salió a la sociedad, hasta la actualidad.
Su hermano mayor, Sirius Black, ya estaba casado, con otro hombre Remus Lupín. Un caballero de gran fortuna, lo que dejó pasar ante sus padres el percance del género, además, de que hay métodos mágicos para la fertilidad.
La puerta de su habitación fue abierta por Kreacher, su elfo doméstico.
—Señorita Black, es hora de la cena.
—Por favor traiga la a mi recámara, estoy cansada.
—Lamento informarle que sus padres le ordenan bajar, hay visitas, la familia Potter está abajo.
Regulus suspira. Se pone de pie y le agradece al elfo, diciendo que en unos pocos minutos bajaría.
Se veía demacrada. Aquella noche no fue capaz de dormir. Por lo que miro las estrellas hasta el amanecer.
Se miró en un espejo e intento ponerse un poco de maquillaje. Ni así se veía mejor.
Arregló un poco el vestido, intentando que no fuera tan incómodo. Y al ver que nada de lo que hacía otorgaba un cambio.
Seguía igual de demacrada, y cansada.
Bajó las escaleras con semblante relajado, aunque se notaba a leguas que no lo estaba.
—Regulus, Hija, ven aquí. —Llamó Walburga.
En la mesa estaban Su hermano y su esposo, sus padres, el pequeño Harry, y los Potter.
A pesar de que James no le agradara, ella se llevaba perfectamente con Harry, un niño que la adoraba y al que ella adoraba.
Al llegar abajo, el pequeño Harry corrió a sus brazos.
—Leg, ¿Como estas? —Pregunta el pequeño.
—Harry, Cariño, estoy bien, ¿Y usted?
—Bien también. —El pequeño le sonríe.
Regulus lo ayuda a volver a sentarse, y toma asiento en su lugar.
—Buenas tardes. —Dice, esperando a que le dieran la señal para comenzar a comer.
Los ojos se posan sobre ella. Incluso los de su hermano.
Es una mesa larga. A un extremo está su padre, al otro su madre, en la parte frontal de la mesa están Sirius y Remus, a su lado está regulus en la contraria estaban James, están Euphemia y Fleamont Potter. Harry está en una silla de bebé que viene con mesa.
Era un silencio infernal. Uno que Regulus no planeaba disolver.
—Tenemos un anuncio importante. Y no, no es consulta. —Dice Orión. Los cubiertos detienen el sonido.
Regulus no levanta la cabeza, y suelta un suspiro. Ya se imagina sobre que es.
—Digame, siempre y cuando no tenga que ver con mi matrimonio. —Dice Regulus con la cabeza gacha. Juega con su comida.
Ella era una fiel seguidora del amor verdadero. Había rechazado a más de veinte pretendientes en lo que llevaba del año.
No quería casarse a la fuerza. Quería ser como Sirius y escoger a su esposo, a un hombre que amase, y que la valorara, no un viejo rabo verde que solo la quería para que le diera herederos por que con sus anteriores mujeres no pudo tener hijos.
Quizás el viejo no consideraba que era infértil.
—Regulus. —Llama su madre.
La chica levanta su delicado rostro.
—No es una pregunta, Madre. No se con que viejo rabo verde me haya comprometido, pero le aviso que es un no rotundo —Con sus manos aprieta su vestido bajo la mesa—. Deben disculparnos, señores Potter por esta escena, pero me temo que no se me anticipó para hablarlo en privado y evitar este bochorno.
Regulus se pone de pie. Su madre también.
—Con su permiso, tenemos que hablar con Regulus sobre el tema en privado, les pido disculpas.
Los Potter asienten. Una vez que Walburga desaparece con Regulus, Orión también lo hace.
Quedan los Potter y los Black-Lupín.
—¿Con cuántos hombres mayores la han prometido para que reaccione así? —Pregunta Euphemia con una sonrisa dulce.
—Veamos... Desde sus quince... Al menos con treinta o más, sus edades varían, unos de noventa, ochenta, cien, setenta... —Dice Sirius— La verdad es que ya no me quedan dedos para contarlos.
Fleamont suspira.
—Pobre joven. —Euphemia asiente como apoyo.
—Regulus es una Joven muy agraciada, desde que salió a sociedad es codiciada entre los jóvenes y viejos. Ojalá acepte este compromiso, James no se pasaría con ella, y así se salvaría de todos esos sacos de huesos que buscan sobrepasarse con ella. —Opina la monarca de los Potter.
James se mantiene en silencio.
—Ella es fiel seguidora del amor verdadero. Dice que todos tienen su alma gemela, pero que al parecer el de ella es un libro de fantasía llamado Narnia —Rie Sirius—. Muchos jóvenes apuestos han intentado tomar su mano, pero ella lo niega, dice que son mucha apariencia y poca inteligencia.
Todos en la mesa ríen. Menos Harry, quien poco a poco comienza a dormirse.
—Esa chica es inteligente. Lástima que para ser valorada tenga que depender de un hombre.
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—Tienes que aceptar.
—No, Madre, no quiero a un viejo que apenas se puede las piernas a mi lado —Se queja la joven con frustración—. Quiero a alguien de mi edad, o una edad cercana, que me ame, y que yo lo ame.
Walburga suspira.
—¿Quieres dejar de soñar de una vez? ¡Esto es la vida real, Regulus! ¿Tanto te cuesta tener hijos y servir como la buena mujer que eres?
—No soy inútil. Se lavar, planchar, cocinar, y limpiar, También se leer, escribir, y sumar. ¿Tanto les cuesta dejarme vivir mi vida a mi manera? Sin tener que depender de un hombre que no vale lo que yo valgo.
Walburga deja una bofetada en su mejilla. Resuena, Regulus puede jurar que se oyó hasta en la mesa donde están los demás.
—No vuelvas a hablarme así —ordena la mujer—. No te comprometí con ningún "viejo rabo verde" Regulus, te comprometí con James Potter. Y quieras o no esa boda se llevará a cabo.
—No lo hará.
—Claro que si, y tú no harás o dirás nada al respecto. Te casarás, le darás otro heredero y vivirás a su lado. Vale algo como mujer, maldita insolente.
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Compromisos arreglados || Jegulus.
FanfictionJames Potter se casa a los 20 años, tiene un hijo, y a los 26 queda devastado al perder a su esposa. Regulus, es el heredero menor de la familia Black. ha negado múltiples propuestas de matrimonio en busca del amor verdadero. Pero, ¿Que haría cuando...